El Día de la Primavera se celebró en el shopping
La lluvia aguó el picnic y se llenaron locales y cines.
No hubo mantas desplegadas en el pasto. No hubo papas fritas, ni sándwiches o gaseosa -tampoco cervezaadentro de mochilas. No hubo mochilas en espaldas de adolescentes. No hubo adolescentes en las orillas de los lagos de Palermo. Era el Día de
la Primavera pero no hubo picnic, ni juventud. Por las lluvias y el cambio en los hábitos, casi no hubo festejos.
"Es el tercer o cuarto Día de la Primavera que llueve y no se puede salir. Nosotros íbamos a ir a Tigre, pero terminamos acá", dijo Marcos Arjona. Acá era el segundo piso del Shopping
Abasto en Balvanera y sus cálculos no estaban tan errados: según registros del Servicio Meteorológico Nacional llovió el 21 de septiembre de 2013, 2015 y ayer. "La cuestión climática te tira atrás", agregó. Lo acompañaban ocho amigos, un grupo con edades que se movían entre los 17 y 30 años. Uno de los más chicos era Carlos Brito, de 19. Es un recién llegado a la Argentina y ayer cuando le comentaron que se iban a reunir por el Día de la Primavera se sorprendió: "Soy de Colombia, que está en el Caribe, allá no celebramos el cambio de estación, pues no lo tenemos".
En Buenos Aires lo tenemos y en rigor el ingreso a la Primavera por la posición de la Tierra es hoy, a las 17.02. Pero ayer ni la convención social de celebrarlo el 21 pareció existir. Y sin chicos en las plazas y parques, el día libre de los adolescentes se trasladó a shoppings y cines. Ayer se los veía en grupo en mesas de patios de comidas, algunos cargando paraguas, otros guitarras. En el Abasto, en la entrada de la calle Agüero -la misma que nueve años atrás era punto de encuentro de floggers- había chicos. Dos invertían sus mejores horas en rimar versos instantáneos, el resto los escuchaba. Uno usaba una base de percusión de una pista que salía por el parlante de su celular. "Nos juntamos porque estamos libres, no por el Día de la Primavera. Vivimos cerca, hay algunos de Boedo, otros de Monserrat y Balvanera. Venimos y rapea
mos", resumió otro. Maga, de Ciudad Evita, y sus compañeros de atletismo, habían decidido celebrar entrenando. “Pero la lluvia nos cambió los planes y fuimos al cine”, contó.
Los hábitos de celebración de los estudiantes mutaron y ya no se organizan los clásicos picnics con anticipación. "No es un día especial. No organizamos nada y no escuché que alguien en la escuela estuviera haciendo un plan", dijo Brian. Está en cuarto año en un colegio de Liniers. "Lo que sí hicimos -siguió- fue juntarnos el miércoles a la noche en casa de un amigo. No por la Primavera, sino por
que al otro día no había clases. Comimos pizzas a la parrilla, miramos un par de capítulos de Stranger Things y después jugamos a la play. Un plan que armamos siempre". Ayer, cada grupo de chicos resumía el mismo concepto: "Es como un feriado"; "un día sin escuela"; no había ni uno revolucionado por la llegada del "primer verano". Y eso que la primavera altera la sangre, lo certifica hasta la
Nos íbamos a juntar a entrenar, pero por la lluvia cambiamos de plan y fuimos al cine en Puerto Madero”. Maga (Ciudad Evita) La mayoría de los que compraron fueron señores grandes. Los jóvenes no regalan flores”. Julia Del Pozo (florista)
ciencia: más horas de luz y unos grados extra hacen que se libere oxito
cina, testosterona y feromonas, un combo químico que funciona como imán para atraer al otro.
Gris, frío y pasado por agua. La postal fue triste y hasta en las terminales como Retiro y Constitución hicieron mejor negocio los que vendieron paraguas que los que apostaron su changa en flores. Ayer, alrededor de las 18, se los veía en el hall de las estaciones con sus canastos de mimbre repletos. En la avenida De Mayo los floristas tampoco tuvieron éxito. "Esta semana compramos un 20 por ciento más de flores. El objetivo era llegar a una recaudación de 80.000 pesos, pero no cubrimos ni los 20.000", dijo Julia Del Pozo. "En su mayoría nos compraron señores grandes que trabajan por la zona. Los jó
venes no regalan flores. Por miserables o porque no estilan hacerlo", agregó.
Además del clima y los cambios culturales, hubo otro diferencial que marcó el Día de la Primavera, que también fue el del estudiante: tuvo 30 escuelas tomadas en la Ciudad. Ahí los chicos sí pasaron la jornada junto a sus compañeros, no por los motivos -claro- que los hubiese convocado a un parque. El conflicto por la reforma educativa del nivel medio porteño lleva más de 20 días de reclamos, y los alumnos decidieron ayer mantener la protesta. w