Vidal se encamina a tener el control de la legislatura en la Provincia
Si gana Cambiemos tendrá mayoría en el Senado y podría alcanzar el quórum propio en Diputados.
María Eugenia Vidal está muy cerca de adquirir un superpoder. El 10 de diciembre, cuando jure la nueva legislatura, tendrá -si no hay un cambio brusco en la tendencia electoral-mayoría cómoda en el Senado y, quizá, quórum propio en Diputados.
Vidal ganó con el 39% y atravesó la primera mitad de su mandato con bloques en minoría, forzada a negociar y casi cohabitar con Sergio Massa. Esa era llega a su fin: el segundo tramo de su gobernación, Vidal lo encara con mayorías en el Parlamento bonaerense.
Si el 22 de octubre se repitiese el re- sultado de las primarias, Cambiemos tendría 27 senadores y 43 diputados provinciales, según un informe que realizó la Red de Observadores Electorales de América Latina. La mayoría propia en la cámara baja son 47 manos y en el Senado 24.
En Cambiemos estiman que en diciembre el bloque de diputados tendrá entre 43 y 47 legisladores. La diferencia depende de la elección de 1País, el espacio de Massa y Margarita Stolbizer. Toda una ironía: el principal socio legislativo de Vidal duran-
te estos dos años, puede diluirse y, según los cálculos que en La Plata hacen a Clarín, quedar con un bloque chico de entre 9 y 12 diputados. Sin Massa como garante, Vidal podrá avanzar con distintas leyes sin tener que negociar con la oposición. Un caso que aparece en la agenda de la gobernadora y genera pánico en sectores del peronismo es la división
de La Matanza. El gobierno pidió estudios a la UBA y la UNLP y tiene la decisión política de avanzar. No ven, cuentan fuentes PRO a Clarin, el proyecto que presentó en la Legislatura Marcelo Díaz (GEN).
"Está el debate pendiente sobre La Matanza, que es un caso excepcional por ser un municipio inmenso. Pero no vamos a avanzar con otros casos", dicen en el entorno de Manuel Mos
ca, jefe de Diputados. Traducción: con mayorías propias, Vidal irá a fondo con la división, una plan con un trasfondo político por la mala relación entre Vidal y Verónica Magario, intendenta de La Matanza, un distrito clave para el PJ.
Ese proyecto es emblemático, pero puede poner en máxima tensión al peronismo. El vidalismo, con Federico Salvai como ordenador, apostará a negociar gobernabilidad con los intendentes.
Massa no será, anticipan, el socio que fue y en ese lugar, aunque para leyes con mayoría simple no los necesiten y para los dos tercios no les alcanzan, Vidal apostará a que haya un bloque peronista apartado del eje Ky reporte a los alcaldes. Sería una bancada de entre 10 y 15 legislador.
En La Plata apuestan a que antes del recambio lograrán aprobar el presupuesto 2018 y que quedarán para el año próximo, con la nueva configuración -de mayorías para Cambiemos- varias reformas. Una de ellas sobre obra pública, que reemplazaría a la actual emergencia que hay en ese sector. Esa iniciativa la impulsa Roberto Gigante, ministro de Infraestructura sobre el que suena cada tanto el rumor de que deja su cargo -que atribuyen a tensiones con Rodrigo Silvosa. En Gobierno dicen que no hay cambios en agenda y que recién a fin de año, Vidal revisará gestiones y decidirá si retoca su staff.