San Lorenzo mostró buenos síntomas de la mano de Belluschi
Los dos afrontaron este partido con técnicos interinos. Y el visitante ganó bien porque en el balance fue superior.
En la previa ambos llegaban desalentados, como hermanos en desgracia. Estudiantes, eliminado de la Copa Sudamericana y sin una idea de juego definida. San Lorenzo, afuera de la Libertadores, y al igual que su rival con un nivel que lejos estaba de ser el ideal. Los dos, al cabo, sin el entrenador con el que empezaron el torneo. Pero anoche, la primavera le regaló la primera flor a San Lorenzo, que con un Belluschi en un nivel altísimo le ganó con justicia a Estudiantes.
Las vueltas del fútbol hicieron que tanto uno como el otro deba afrontar el partido de anoche con técnicos interinos: Leandro Benítez en Estu- diantes y Claudio Biaggio en San Lorenzo. Y fue el técnico visitante quien ganó la pulseada en el primer tiempo. Es que el equipo del Pampa se hizo dueño del mediocampo, y a partir de allí construyó una superioridad que inclusive pudo plasmarla en el marcador. La fórmula azulgrana fue simple: aprovechar el juego a un toque e imponer superioridad numérica en el medio, lo que le facilitó también el robo del balón. Es que allí, en el centro del campo, estuvo el problema del equipo local. Dubarbier, por un lado, y Melano, por el otro, se preocuparon más en hacer la banda y jugar pegados a la raya de cal, por lo que casi nunca fueron una rueda de auxilio cuando su equipo padecía el asedio de San Lorenzo en el centro.
Se dijo: el San Lorenzo de Biaggio fue superior en el inicio. Avisó, primero, con un centro de Cerutti y una mala respuesta de Andújar. Y tan sólo unos instantes después consiguió la ventaja. En una jugada similar, Paulo Díaz envió un centro que no pudo ser conectado por Nicolás Blandi en el primer palo, pero sí por Fernando Belluschi en el segundo, que llegó al área rival como un segunda punta. Antes, en la concepción de la jugada, hubo mérito azulgrana, en el robo de la pelota a Facundo Sánchez y una rápida salida de contra.
Estudiantes no reaccionó al golpe y el partido siguió siendo cuesta arriba. Al carecer de creatividad en el medio, el Pincha lo reemplazó por empuje, lo que derivó en más desorden y en más espacios para su rival. Mientras tanto, arriba, Pavone hizo lo que pudo ante los pelotazos que llegaban desde el fondo, mientras que Otero tuvo un primer tiempo para el olvido. Aún así, en medio de esta nebulosa futbolística, Estudiantes tuvos sus oportunidades para empatar. Primero, con un derechazo de Sánchez que encontró la buena respuesta de Navarro ; luego, con una volea de Pavone que pasó cerca; y, finalmente, con un tiro libre de Zuqui que se fue apenas desviado. El empate, no obstante, hubiera sido demasiado premio para un Estudiantes que en esa etapa inicial nunca hizo pie en el partido.
La necesidad era de Braña y com- pañía. Y en el segundo tiempo se produjo el despertar del local. Salió de su estructura Estudiantes, sus futbolistas empezaron a tener más movilidad y Pavone, por fin, tuvo su recompensa. Esta vez, Otero hizo lo que la jugada pedía y le envió el centro al ex River para el 1-1. El gol le dio confianza al equipo de Benítez, que de repente controló el partido, aunque le costó llevar peligro.
Sin embargo, esa leve superioridad se terminó cuando Quignón -ingresó por la grave lesión de Mussis en la rodilla izquierda, en principio un esguince- y Botta -por Cerutti- se hicieron dueños de la pelota. Mejoró San Lorenzo. Y, de nuevo, mucho tuvo que ver Belluschi. Primero envió el centro del 2-1 de Blandi. Y luego le puso la frutilla al postre: con una rapidez mental que pocos jugadores poseen, el volante recibió la pelota y desde 40 metros sorprendió a Andújar, imitando aquel gol de Pablo Barrientos en 2015 ante este mismo rival.
Mientras busca DT, San Lorenzo dio su primer paso hacia la recuperación.