Fin de fiesta a puro groove con los Illya Kuryaki
Más de 400 mil fueron al festival que tuvo al show de Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur como broche de oro.
“Es la fiesta con IKV, nuestra nave aterrizó en tu barrio", cantaron los Illya Kuryaki and The Valderramas en Funky futurista, y el público se puso nostálgico por anticipado: sabe que el del domingo fue uno de los últimos encuentros con la banda, que ya anunció su segunda disolución. Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur tienen casi listos sendos álbumes para continuar sus carreras solistas, que esperan presentar entre lo que queda de este año y el 2018.
En el cierre de la edición 2017 de Ciudad Emergente (el festival de cultura joven duró cinco días y recibió a más de 400 mil personas), el dúo se plantó en el escenario principal (en la “plaza” de la Usina del Arte) acompañado por la poderosa banda en la que apoyan su groove tan negro como blanco: Rafael Arcaute (teclados y pistas), Pablo González (batería), Mariano Domínguez (bajo), Matías Rada (guitarra) y Carlos Salas (percusión). Así, presentaron un pertinente show “festivalero”, a puro hit.
Sin embargo, hubo ciertos vaivenes en el sonido que, por momentos, no permitieron que se escucharan con nitidez las voces de los líderes de la banda y le bajaron un poco el valor al recital (de entrada libre y gratuita) que había comenzado con Ula Ula. Pero los inconvenientes no interfirieron en su intensidad ni les impidieron que hicieran una inmersión por su faceta funk ardiente ( con un medley integrado por Jugo / Latin geisha / Guerrilla sexua), el ya clásico homenaje a Luis Alberto Spinetta con Águila amarilla, ni a calzarse los trajes de ninjas raperos con el tándem Expedición al Klama Hama y Chaco.
El que sí frenó su marcha fue un motociclista sobre la autopista Buenos Aires - La Plata, ese balcón motorizado hacia el festival, para captar un video con las imágenes y sonidos de Coolo. Después de que los IKV lo advirtieran y lo saludaran, el hombre siguió su camino y el concierto también… Aunque no por mucho tiempo más. Tras Abarajame, llegaron los bises: la distorsión rampante de Remisero (“Esta canción, ahora, se debería llamar ‘Uber’”, bromeó Emma) y la excursión bailable a través de Ritmo mezcal y Africa (con la cita a This is not America, de Pat Metheny y David Bowie). Los IKV empezaron a decir “hasta pronto”, porque su público porteño tiene la oportunidad de verlos en unos días, cuando participen del Personal Fest el 11 de octubre.
Si bien Ciudad Emergente es mucho más que música en vivo (hubo stand up, danzas urbanas, demos de skate, foodtrucks y foodtubers, variadas muestras audiovisuales destacándose Björk Digital, que permanecerá abierta en la Usina del Arte hasta el 30 de diciembre), el domingo hubo otros tres shows importantes. A la tarde, los Onda Vaga mostraron su cancionero cada vez más enchufado ( Leona, Tataralí), se preguntaron dónde está Santiago Maldonado (algo que durante el festival ya habían hecho Miss Bolivia y Carajo) y le dedicaron Te quiero a “todos los chicos que to- maron las escuelas porteñas por la educación pública”.
En tanto, la mexicana Carla Morrison fue la gran visita internacional de esta edición, con sus canciones de corazones rotos ( Déjenme llorar, Eres tú). Y antes de IKV, debut y despedida de la Orquesta de DJs: pinchadiscos con instrumentos, liderados por Javier Zuker en el bajo, que fueron acompañados por cantantes del rock para versionar sus propias canciones. Pasaron por allí los Miranda! ( Fantasmas), Bambi y Diega de Tan Biónica ( Música), Banda de Turistas ( Química) y Barco ( Eso es amor).