Atentado en Cisjordania: un palestino acribilló a tres guardias israelíes
Ocurrió en la colonia de Har Adar, territorio palestino ocupado, y el atacante fue abatido. Trabajaba en el lugar.
Un palestino armado con una pistola
mató ayer a tres israelíes, un policía y dos guardias de seguridad, en un ataque a las puertas de la colonia de Har Adar, tras lo que fue abatido por las fuerzas de seguridad.
El atentado se produjo a las 7.15 de la mañana, cuando decenas de trabajadores palestinos pasaban los controles rutinarios para entrar en el asentamiento. El atacante fue identificado por el Shin Bet -servicio de Inteligencia interior israelí- como Nimr Mahmud Ahmed, de 37 años y padre de cuatro hijos. Tenía permiso laboral en la colonia, donde era empleado, y no tenía antecedentes por cuestiones de seguridad.
El episodio ocurre cuando se cum- plen 50 años de la ocupación israelí de los territorios palestinos y de los Altos delGolán.
Har Adar es un asentamiento bucólico, de casas bajas con jardín, ubicado muy cerca de la famosa Línea Verde -línea de armisticio de 1948-, pero dentro del territorio palestino.
La vocera policial de la comunidad, Luba Samri, explicó que Ahmed “levantó sospechas y le ordenaron que se detuviera. En ese momento, se abrió la camisa, sacó una pistola y, a corta distancia, disparó contra los guardias”. Mató a tres e hirió a un cuarto antes de ser abatido.
La Policía confirmó que las víctimas fueron un policía de frontera, el sargento Solomón Gabriya, de 20 años, y dos guardias de seguridad privada de entre 20 y 30 años, aún no identificados.
El atacante “tenía importantes problemas personales y familiares, incluyendo de violencia familiar”, según informó el Shin Bet. “Su esposa huyó a Jordania hace varias semanas y lo dejó con sus hijos”, agregó.
“Todas las mañanas vienen cientos de trabajadores palestinos con permisos de trabajo, la mayoría de la construcción o empleados en casas, y los empleadores acudimos a buscarlos al puesto de control. Al final del día los volvemos a acompañar hasta este punto”, explicó Steve Leibowitz, periodista jubilado y residente en el asentamiento.
Desde la colina en la que se sitúa el asentamiento se divisan algunos pueblos árabes. Sin embargo, en el medio se levanta la barrera de seguridad construida por Israel, que en su mayoría transcurre por territorio cisjordano y se compone de alambradas electrificadas y rutas que, a su paso por distintas ciudades, se sustituye por un muro de hormigón de hasta ocho metros de alto.
“Muchos de ellos”, explica Leibowitz en referencia a los palestinos, “trabajan en construcción y reparando casas”. “Las relaciones entre nosotros son muy buenas, pero con extremo cuidado: el trabajador no puede abandonar la casa, no tiene permitido andar por ahí y, al final del día, les traemos a la puerta”, detalla.
Los residentes de Har Adar no se consideran a sí mismos colonos ya que el asentamiento está “tan solo doscientos metros dentro de la Línea Verde”, dice el vecino . “La mayoría de ellos votan partidos de izquierdas, que se oponen a la ocupación de los territorios palestinos”, agrega.
En Cisjordania y Jerusalén Este más de 600.000 colonos israelíes viven una coexistencia a menudo conflictiva con casi tres millones de palestinos. Desde octubre de 2015, Israel, Jerusalén y los Territorios Palestinos ocupados viven una ola de violencia esporádica que dejó 295 palestinos muertos, así como 50 israelíes, dos estadounidenses, dos jordanos, un eritreo y una británica. w