Histórico. La corona dio el “sí” a esta medida resistida por los conservadores. Se debe a los cambios sociales en el reino.
Ahora las mujeres podrán conducir en Arabia Saudita
El rey de Arabia Saudita, Salman bin Salman, firmó un decreto que representa toda una revolución pues autoriza a las mujeres de ese país a guiar automóviles, algo terminantemente prohibido hasta hoy. No es precisamente una medida inesperada. Desde que el hijo del monarca, Mohammed Bin Salman, de 31 años, se convirtió en el heredero favorito a la corona, una serie de cambios se han venido imponiendo en el rico país petrolero. Y muchas de esas mutaciones chocan con la mentalidad conservadora de los líderes religiosos. Que las mujeres no manejaran era un símbolo de ese poder en las sombras. La decisión del rey es una victoria clara para su hijo, actual ministro de Defensa y responsable de las políticas económicas.
En el aspecto social, el príncipe se propone reformas que prevén, entre otras cuestiones, la reestructuración del sistema judicial, para responder a la demanda de los jóvenes. En Arabia Saudita más de la mitad de la población tiene menos de 25 años.
Semanas atrás fue nombrado un nuevo ministro de Justicia y los poderes de la Fiscalía General fueron trasladados de Interior a la corte real. Mohammed busca de este modo aliviar las presiones internas en medio de una reestructuración que va desde la finalización de los subsidios del Estado para mantener congelados los precios de la canasta de consumo hasta la apertura accionaria de la empresa petrolera nacional Aramco, la primer vez en la historia. Todo debido a que cayó la renta del crudo y en perspectiva no será ya lo que fue en el pasado.
Esos cambios están haciendo rui- do en los niveles tradicionales pero la decisión se muestra firme. Saad al Hijri, un religioso que emitió comentarios indignantes contra el otro sexo, terminó suspendido en sus funciones tras afirmar que las mujeres no deberían conducir, ya que poseen “sólo un cuarto de cerebro en comparación a los hombres”. El sábado pasado cientos de mujeres acudieron por primera vez a un estadio en ocasión de la fiesta nacional celebrada en todo el país con numerosos conciertos, danzas folclóricas y cascadas de fuegos artificiales.
Hasta ahora las mujeres no eran admitidas en los estadios en aplicación de la estricta regla de separación entre los sexos en los espacios públicos, pero el rey Salman está transformando esa situación. Es así que se les permitió a las damas asistir a un espectáculo musical y poético en el es- tadio Rey Fahd de Riad junto con sus familias, en un sector separado de los asientos reservados para los hombres solteros. Según los especialistas, desde la irrupción del fenómeno republicano de la Primavera Arabe en 2011 se han precipitado ligeros cambios. La monarquía absoluta del reino observó ese proceso con las espaldas encrespada por el temor de que un fermento democratizador también los alcanzara. La Primavera abatió dictaduras de medio siglo en la región desde Túnez a Libia.
Uno de los cambios más visibles fue que se permitió que las mujeres abordaran taxis solas y que no tuvieran necesariamente que ir acompañadas de su marido o hermanos cuando concurrían a un restaurante o a un centro de compras. Hubo en estos años demandas diversas de tenues grupos feministas, incluyendo el poder conducir automóviles en un esfuerzo para recortar la influencia de los clérigos. Arabia Saudita es sunnita pero adhiere a la rama wahabita de esa religión, una variante nacida en 1700 de la mano de un predicador llamado Muhammad Ibn Abd al Wahhab que sostenía que se debía purificar el islam.