El otro Barrett, el hermano de la estrella
La sonrisa no se borra ni por asomo: Scott Barrett, 23 años y hermano de la figura y estrella de Bauden Barrett, cumple su sueño de jugar con la camiseta de Nueva Zelanda y dice que ahora que está en el equipo entiende la cultura, el ambiente y lo que significa ese “fenómeno All Black”.
En su primera visita a Argentina, el segunda línea, que debutó este año en el Rugby Championship, no desnuda la confianza de saberse los mejores pero asegura: “De ninguna manera pensamos que por ser los favoritos el partido ya está hecho porque nunca encaramos así los encuentros”.
La historia marca que Nueva Zelanda tendrá el sábado mucho que perder y poco por ganar. Por eso, jugar ante Los Pumas, dice, nunca es un desafío común. “Para ellos, jugar contra nosotros es una motivación extra siempre y tienen la capacidad de poder sorprendernos por cualquier lado de la cancha. Es un equipo muy físico. Sus forwards son realmente buenos y por eso nos preparamos como lo hacemos siempre, como si fuese la final de un Mundial”, sostiene. -¿Cuál es la clave del éxito? -Eso no lo vamos a decir nunca ¡ja! Una vez que llegás al equipo te das cuenta de lo que se vive acá adentro. El legado que recibimos creo que es una de las claves. Todos los chicos de Nueva Zelanda, todos, quieren formar parte. Es cuestión de tener ese sueño desde chicos. Y ese fue mi caso. Durante mi infancia me la pasé esperando que me llegara el momento de jugar con esta camiseta.
Quizá sea de los que más aprovecharán el día libre que hoy disfrutarán él y sus compañeros. Y cuenta su experiencia: “Fuimos a ver el partido de River Plate y lo que grita y alienta el público es algo increíble. No podíamos creer el ruido que hacía la gente permanentemente. Nos imaginamos que el sábado va a ser igual de ensordecedor y será muy especial para mí”.
El Monumental, San Telmo, un asado, algunos hoyos en la cancha de golf de Palermo y las típicas curiosidades que ofrece la ciudad. Pero para Barrett el partido ante Argentina comenzó cuando arribó a Ezeiza.