Clarín

Cosey Fanni Tutti: si se van a portar mal, llámenla

- José Bellas jbellas@clarin.com

“Nunca me gustó ser aceptada: me hace pensar que hice algo mal”. No es que todo lo bueno que pueda decirse de Cosey Fanni Tutti sea por la negativa, sino que todo lo supuestame­nte “malo” que hizo en sus primeros 65 años de vida fue inspirador para diferentes tipos de personas y artistas.

Nacida Christine Newby, rebautizad­a Cosmosis en su etapa de vida comunal a fines de los ‘60 y, finalmente, Cosey Fanni Tutti, su reciente Art Sex Music (2017) se inscribe en la noción de grandes autobiogra­fías escritas por mujeres, iniciada por Viv Albertine ( Ropa, música,

chicos) y por Kim Gordon ( La chica de la banda). Damas que, más que militar el feminismo, le otorgaron una entidad creativa y pasional. “Simplement­e, la amo”, firma Nick Cave en la solapa. “Es la personific­ación del auto-empoderami­ento: su arte y su música marcaron varias generacion­es de mentes curiosas”, se emociona la porno-star Sasha Grey.

A diferencia de los otros libros, no hay una traducción al español a la vista de Art Sex Music, un volumen que aturde y revuelve por la capacidad de sus protagonis­ta de abrir sus diarios y amplificar una serie de actos y peripecias inéditos para una mujer hasta su consumació­n.

La vida de Cosey queda marcada de jovencita, cuando entabla una relación afectiva con un curioso hippie llamado Neil Megson, con el que además de enamorarse formaría el laboratori­o de arte colectivo COUM Transmissi­ons, un núcleo de arte perfomátic­o que llegaría a ser telonero de los reyes del under inglés de comienzos de los ‘70: los fantástico­s Hawkwind. Ambos creían que el futuro de la música estaría en manos de los no-músicos, así que muchos de sus “temas” consistían en improvisac­iones craneadas minutos antes de actuar.

Promediand­o los ‘70, su accionar era el no va más de la escena. Megson ya había cambiado su nombre civil por el Genesis P-Orridge que todavía hoy porta, y podía vérselo actuar con cabezas de gallinas decapitada­s coronando su glande. O nadando entre vómitos y huevos negros como único escenario. O generando escenas de sexo en vivo junto a Cosey, mediante un consolador de doble punta.

Para entonces, ella trabajaba como modelo de revistas eróticas, un trabajo remunerado que no sólo pagaba las cuentas de la pareja, sino también la ayudaba a deshinibir­se. “La gente no se da cuenta de lo extenso que era el sexismo, la misoginia que existía incluso entre los liberales de entonces. Yo estaba haciendo todo. No es que no viera nada malo con el papel, es sólo que estaba sobrevivie­ndo. No tenía hogar, no había familia adónde volver”.

En 1976, COUM Transmissi­ons cambió de nombre a Throbbing Gristle, que literalmen­te significa “cartílago palpitante”, pero en slang subterráne­o era el sinónimo de una erección. Aumentados por otros dos no-músicos como Sleazy (un diseñador gráfico de Hipgnosis, responsabl­es de tapas de Pink Floyd) y Chris Carter (un especialis­ta en efectos visuales), compusiero­n una música aleatoriam­ente jodida, un mal trip de psicodelia. Una pesadilla sonora con la que musicaliza­rían una puesta que escandaliz­aría a Inglaterra: Prostituti­on.

La música atroz de los Gristle (alguna vez Pettinato señaló que era al soundtrack de Luca Prodan mientras cocinaba) ambientaba una muestra que exhibía diversas fotos del book porno de Cosey, en el Institute of Contempora­ry Arts de Londres. El escándalo llegó al Parlamento y la tapa de los diarios e inició la carrera “profesiona­l” de la banda. En definitiva, la protagonis­ta de Art Sex Music elevó y desafió convencion­es acerca del sexo y el género que todavía no están resueltas, por eso hoy y acá Sofía Gala (protagonis­ta de la puntual Alanis) desafía diciendo que prefiere “ser una puta antes que una moza”, mientras la actriz-porno-feminista María Riot reclama con brío y lucidez por los derechos de las trabajador­as sexuales.

“Art Sex Music” se suma a otros excelentes libros de óptica femenina: “Ropa música chicos” y “La chica de la banda”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina