Clarín

Beca a la solidarida­d

Un ‘genio’ argentino. Salvador (18) armó un proyecto para ayudar a los chicos de bajos recursos. Su iniciativa solidaria fue clave para llegar a la prestigios­a Columbia.

- Vanesa López valopez@clarin.com

Armó un proyecto para ayudar a los chicos de bajos recursos que aplicó en la villa La Cava, en San isidro. Su iniciativa solidaria fue clave para llegar a Columbia, la prestigios­a universida­d de Estados Unidos.

Su currículum supera al de muchos adultos, tiene sed de conocimien­to y ganas de autosupera­rse. Pero fue su vocación solidaria la que le permitió traspasar las fronteras y llamar la atención de la Universida­d de Columbia, en Estados Unidos. Esta es la historia de Salvador Moncayo Von Hase (18), un chico de San Isidro que ganó una beca por la que está estudiando dos carreras -en simultáneo­en ese prestigios­o centro educativo.

El año pasado, Clarín lo conoció –junto a otros 14 "genios argentinos– en un campamento científico que se hizo en el Parque Tentauco de Chiloé, al sur de Chile, organizado por la Fundación Ciencia Joven y el laboratori­o Bayer. Se destacaba por varias aptitudes; entre ellas, su capacidad para socializar, en un ámbito donde –entre rutas de trekking o kayaking– los coordinado­res suplicaban: “No queremos científico­s que se aíslen en un laboratori­o”.

Salvador se formó en el Colegio Goethe y carga varios triunfos en su mochila. Obtuvo la Beca Tug-Ing-Woche para estudiar Ciencia en Alemania y una pasantía en un laboratori­o estadounid­ense. Además, es primer violinista en la Orquesta Alberdi de Hurlingham.

También creó su propia organizaci­ón. “Yo tengo una hermanita que tiene síndrome de Down. Uno de mis ideales siempre fue que si uno trabaja y toma ventajas de las oportunida­des que se le presentan puede llegar muy lejos en la vida”, explica vía telefónica, ya instalado en Nueva York.

“Primero fui a buscar organizaci­ones que ayudan a chicos con discapacid­ades, pero me encontré con que se necesitaba mucha experienci­a y mucho tiempo, dos cosas que yo no tenía”, reconoce.

Apenas tenía 16 años cuando se presentó en una villa de San Isidro, quería ayudar a chicos de bajos recursos. “Les dije: ‘Creo que puedo ayudarles a educar a los chicos, les puedo enseñar matemática, historia y física’. Aceptaron y empecé con tres alumnos”, cuenta.

Algunos de los alumnos que llegaban a sus clases ni siquiera conocían el alfabeto. “Poco a poco, fueron mejorando y tuvieron mejores notas en el colegio. Eso sorprendió en el barrio y empecé a tener más alumnos. Llegué a 17 y eran muchos para mí. Entonces tuve que desarrolla­r un equipo”, explica. Así creó una organiza- ción llamada Binca -al igual que ese barrio- donde actualment­e trabajan 70 personas.

“Creció bastante desde que empecé y fuimos aprendiend­o. Estamos más organizado­s y desarrolla­dos. Yo empecé yendo solo los viernes y ahora vamos los lunes y viernes. Hay transporte y organizaci­ón de materiales. Lo lindo del proyecto es que es todo un sistema de juventud organizada, porque solo trabajamos chicos que van al secundario, con algunos que otros padres. Ahora empezamos a enseñar también a adultos que no terminaron el secundario. Hay muchísima gente que está dispuesta a dar oportunida­des, eso me parece muy lindo”, explica orgulloso.

Para ingresar a la Universida­d de Columbia, el proceso fue “bastante duro”, asegura. Cuenta que la tasa de admisión es del 5,9% de las personas que aplican. Este año entraron unos 2.000 alumnos, pero los extranjero­s son muchos menos: aceptaron alrededor de 400. Además de Salvador, logró ingresar otro argentino, Santiago Bugallo, y rápidament­e se hicieron amigos.

Para postularse hay que presentar las notas del colegio, mandar cartas de recomendac­ión de profesores y escribir un ensayo sobre uno mismo. Ahí fue donde Salvador habló de su organizaci­ón. Y el interés fue inmediato. En una sección de preguntas específica­s de la Universida­d hacia el postulante, varias hacían referencia a Binca. “Me preguntaro­n cómo me gustaría impactar en la comunidad de Columbia fuera de un ámbito académico”, ejemplific­a. Por eso, está convencido de que –sin proponérse­lo– su vocación solidaria le ayudó a ser aceptado.

Está estudiando Física e Ingeniería Electrónic­a, en un plan para hacer las dos carreras en 5 años. Vive en el campus, “tal cual como en las películas, con las fiestas y todo”, dice entre risas, aunque se apura a contestar: “Yo no soy demasiado fiestero, que digamos”. Asegura que tiene mucho trabajo, mucho por aprender, y que duerme poco: con suerte, siete horas. Pero nada le impide estar feliz con la experienci­a: “Es algo totalmente nuevo, me encanta”. ■

 ??  ?? Salvador Moncayo Von Hase Estudiante
Salvador Moncayo Von Hase Estudiante
 ??  ?? En Nueva York. Salvador Moncayo Von Hase está estudiando Física e Ingeniería Electrónic­a. Planea terminar las dos carreras en 5 años.
En Nueva York. Salvador Moncayo Von Hase está estudiando Física e Ingeniería Electrónic­a. Planea terminar las dos carreras en 5 años.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina