Clarín

Hasta los alumnos piden que acaben las amenazas de bombas

Las quejas de los estudiante­s se multiplica­ron desde ayer en Facebook y Twitter. Los que tienen que mejorar sus notas antes de que termine el año son los más preocupado­s.

- Mariano Gavira mgavira@clarin.com

Lo reclamaron en las redes sociales. Hubo más intimidaci­ones.

Las amenazas de bomba en las escuelas parecen haber entrado en un punto crítico y ya no representa­n sólo un dolor de cabeza para las autoridade­s educativas. Si bien la mayoría de los llamados son realizados por menores de edad, son los mismos chicos los principale­s perjudicad­os. Y muchos de ellos ya están preocupado­s por la cantidad de veces que deben suspender las clases por semana. Así lo expresaron en las redes sociales durante todo el día de ayer, en una escalada de reclamos que nunca paró y que deja entrever que ellos mismos se hartaron de la situación.

Ayer, sólo había que poner en el buscador de Twitter "Amenaza de bomba" y eso permitía llegar a miles de mensajes en los que los alumnos de diferentes escuelas contaban, como en minuto a minuto, cómo los perjudica todo lo que ocurre.

Siguen siendo varios los que festejan por las horas de clases perdidas, pero son cada vez más los que se quejan. Los que ya están hartos del llama- do anónimo y la amenaza para poder zafar de un examen o de la entrega de un trabajo práctico.

Los mensajes son variados y las zonas también: Quilmes, Morón, Hurlingham, San Justo, La Matanza, Ramos Mejía son algunas de las localidade­s que más sufren por esas llamadas anónimas. Y por eso los alumnos de esos colegios comenzaron a expresarse.

El motivo principal del enojo es lo molesto que les resulta estudiar para una prueba o preparar un trabajo práctico hasta tarde y que todo sea en vano. Pero también existe un temor a no poder recuperar materias que vienen mal, a no poder levantar notas en el último tramo del año: "Para qué carajo voy a la escuela y estudio si en media hora nos tenemos que ir por una amenaza. Se ve que hay algunos que se piensan que es divertido suspender las clases durante dos semanas seguidas y movilizar a tanta gente", dice Taiana, alumna de una escuela de Ramos.

Como el de ella, los mensajes son muchísimos. Clarín se comunicó con varios de ellos para que expresaran sus sensacione­s ante esta situación que, cuando falta sólo dos meses para que terminen las clases, no parece insinuar algún tipo de definición. "Ya una semana con amenazas de bomba,¿cómo hago para poder subir las notas en las (materias) que necesito (sacar) un 9 o 10?", se preguntaba Daiana en Twitter.

La joven, estudiante de una escuela secundaria de Ciudadela, habló luego con este diario: "Me molesta mucho porque hay alumnos que queremos ir a la escuela porque necesitamo­s levantar una materia, entender un tema, tener posibilida­des de subir una nota, pero se complica así. Al final te genera una terrible decepción".

Haedo es otro de los municipios que sufre la situación. Una estudiante que prefirió no revelar su identidad ni el colegio por temor a represalia­s contó que viernes, lunes y martes recibieron amenazas y tuvieron que salir durante muchas horas a la calle: "Tenía que dar una materia que tengo previa, me preparé y estudié un montón, pero no puedo rendir por esto. Algunos no entienden el esfuerzo de otros, se creen que es un juego".

Según el Ministerio de Seguridad bonaerense, sólo entre el viernes y el lunes se produjeron 400 llamados amenazante­s a escuelas de la Provincia. En algo más de un mes, las llamadas fueron 2.800. Eso sin contar las que desde la primera hora del martes se sumaron de manera constante. Ayer las noticias de amenazas sembraron alertas en diferentes barrios de la Ciudad y el Conurbano. Una vez más, sin pausa y, por ahora, sin solución. ■

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GERMAN GARCIA ADRASTI Todos a casa. La directora de la escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, de la Boca, ayer, en el momento en que la policía llegaba por una nueva amenza.

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