Sampaoli y una promesa antes del partido: entre todos, llevar a Messi al Mundial
El entrenador elogió al seleccionado (“jugamos de manera brillante”) y a su capitán (“es el mejor de la historia”).
Estaba confiado Jorge Sampaoli. El domingo al mediodía, el nacido en Casilda compartió un asado con amigos y allegados, y les dijo que estaba tranquilo. Se habló de fuerza interna en la sobremesa. La sensación no era caprichosa. Las horas vividas con Lionel Messi y Javier Mascherano en el predio de Ezeiza los días posteriores al empate ante Perú lo revitalizaron. Se llenó de optimismo el DT. No encontró desesperación ni pesimismo en los jugadores. Y ahí empezó a ganar el partido Argentina. “Es una buena señal”, les confió a sus íntimos. Ayer, el Zurdo vivió el partido con más tranquilidad de la habitual y sólo explotó de ira cuando Mauro Icardi perdió el cuarto gol. Apenas iba a servir para decorar aún más lindo el resultado: la clasificación al Mundial de Rusia ya estaba asegurada gracias a las genialidades de Lionel Messi. “Ganamos con autoridad porque jugamos de manera brillante”, analizó Sampaoli. Y elogió al capitán argentino: “Messi es el mejor jugador de la historia. En la charla técnica de antes del partido nos prometimos que todos teníamos que llevar a Messi al Mundial. No había posibilidad de que Messi nos lleve solo. Por suerte como grupo lo pudimos acompañar y él pudo hacer lo que hizo. El fútbol le debía el Mundial a Messi”.
Otra señal de optimismo pleno: Sampaoli le pidió a su amigo del al- ma, Sergio Abdala, que lo acompañé a Quito. También viajaron su hermano Marcelo, su hermana María Laura y su hijo Alejandro, Coquito. En lo profundo, el Pelado sabía que podría lograr algo importante. Y quería compartirlo con los suyos, los que nunca faltan. “Este triunfo es para todos ellos, que sufrieron más que yo”, aseguró. Y amplió: “No era sencilla la planificación porque este es un reducto complicado. Mucho más con un gol en contra al minuto de juego. Lo ganamos por la capacidad grupal. Tuvimos el dominio psicológico del partido y eso se logró por la jerarquía de los futbolistas. Este es un triunfo de los jugadores”.
No se permitió festejos estridentes Sampaoli. Cuando el brasileño Anderson Daronco pitó el final, el entrenador caminó sereno y sonriente a la cancha. “Gracias”, les dijo a Enzo Pérez y a Icardi, los primeros que se cru- zó. Siguió abrazando uno por uno, emocionado. “Los abrazos tienen que ver con la autoridad que mostraron los chicos para jugar. En las crisis, en los momentos de dudas, hay que tener certezas. Ante Venezuela y Perú habíamos realizado buenos partidos, aunque fallamos en la definición”, explicó el entrenador.
La planificación de Sampaoli, esta vez, fue acertada. La incorporación de Enzo Pérez fue vital para liberar a Messi, para que no se retrase tanto en el campo. Darle confianza al resistido Ángel Di María también fue importante. “Para lograr la clasificación necesitábamos de los jugadores top. Además Angel jugó con el corazón. De ahora en más tenemos que formar un grupo fuerte para llegar al Mundial el año que viene. Era ilógico que Rusia no tuviera a Messi como protagonista”, fueron las palabras de un medido Sampaoli.
Terminó invicto Sampaoli en las Eliminatorias dirigiendo a Argentina. El 0-0 ante Uruguay en Montevideo fue visto con buenos ojos. Pero el empate ante Venezuela en el Monumental y la igualdad en la Bombonera contra Perú fueron golpes duros. Todo el proyecto entró en crisis. La única alternativa era una victoria en Quito. Y por suerte se logró. “Ahora queda disfrutar y después ponernos a trabajar duro. Evaluaremos en los próximos días todo lo vivido durante estas semanas. Hay que seguir insistiendo para que los jugadores crean en nuestra idea”, cerró el técnico.
Lo fueron a buscar para que lleve a Argentina al Mundial y Jorge Sampaoli lo logró. Le costó más de lo que se pensaba, es cierto. Pero en el momento más crucial estuvo lúcido para armar el equipo y sereno para transmitir confianza. En definitiva, estuvo a la altura. ■