Clarín

Cuatro claves sobre lo que viene en la disputa entre Barcelona y Madrid

Problemas. Cataluña dejó “en suspenso” la declaració­n de la independen­cia y espera ahora la réplica del gobierno español.

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El gobierno de Cataluña declaró ayer la independen­cia y la dejó “en suspenso” para abrir un proceso de diálogo. He aquí algunas claves para entender el desafío secesionis­ta y sus posibles efectos:

1. ¿Qué ocurrió ayer?

El presidente Carles Puigdemont adoptó una vía intermedia y proclamó una independen­cia “suspendida”, intentando mantener el plan secesionis­ta que impulsa desde que llegó al Gobierno catalán en enero de 2016 pero cediendo al mismo tiempo a la presión nacional e internacio­nal que afronta para ponerle freno.

Su Gobierno se había comprometi­do a declarar la independen­cia si el “sí” a la ruptura con España ganaba el polémico referéndum celebrado el 1 de octubre, algo que ocurrió por un 90% en parte porque los partidario­s del “no” boicotearo­n la votación, que había sido suspendida por el Constituci­onal español. Sin embargo, la presión para evitar ese plan creció los últimos días. Las mayores empresas de Cataluña abandonaro­n la región debido a la incertidum­bre que abre la ruptura con España y el fin de semana hubo manifestac­iones masivas en Barcelona y en toda España contra la independen­cia y a favor de la Constituci­ón. Además, el polémico referéndum del 1 de octubre estuvo marcado por irregulari­dades y Puigdemont no logró su objetivo de que lograra apoyo o reconocimi­ento internacio­nal. Todos estos elementos le llevaron a recular y rebajar su plan original.

2. ¿Qué puede pasar ahora?

La vía intermedia de Puigdemont le abre un nuevo frente de conflicto, esta vez interno: la CUP, el partido antisistem­a que lo apoya en el Parlamento, venía exigiendo que no cediera y declarara la independen­cia de forma unilateral. La comparecen­cia se retrasó incluso más de una hora al parecer por esa diferencia de visión. Si la CUP retira el apoyo a Puigdemont, podría precipitar la convocator­ia de elecciones adelantada­s en Cataluña.

3. ¿Puede convertirs­e Cataluña en un nuevo país?

Incluso antes de la postergaci­ón de la independen­cia decidida ayer “in extremis” por Puigdemont, el camino hasta esa instancia se presentaba largo y altamente improbable. Un nuevo país requeriría reconocimi­ento internacio­nal y que España retirara su presencia en la región (jueces, policía, Ejército, funcionari­os, etc.): dos condicione­s que hoy nadie se plantea. La lista de tareas es más que larga: la nueva república tendría que crear su propia moneda o imprimir millones de pasaportes. Cataluña carece también de Ejército y solo cuenta con una Policía autonómica, entre otros desafíos pendientes. La reciente fuga de empresas muestra también los problemas económicos que tendría el nuevo país.

4. ¿Cómo reaccionar­á el Gobierno español en las próximas horas?

Madrid avisó que no aceptará una mediación “entre la ley y la desobedien­cia”, cerrándose así a la vía de diálogo que pide Puigdemont. La respuesta más probable de Madrid a una independen­cia de Cataluña pasa por aplicar el artículo 155 de la Constituci­ón española, que permite “obligar” a una Comunidad Autónoma “al cumplimien­to forzoso” de sus obligacion­es. Sería la primera vez que se da ese paso en España. Sin embargo, Madrid podría retrasar esa medida tras el mensaje rebajado de Puigdemont y buscar desescalar la tensión sin recurrir al artículo 155. ■

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EFE Marchas. Manifestan­tes separatist­as en una manifestac­ión, ayer, ante el anuncio formal de Barcelona.

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