La Unión Europea condenó a Barcelona, pero pide una réplica mesurada a Madrid
Rechazó la declaración de la independencia de Cataluña. Y dijo que esperará la posición que dé hoy España.
Aplazada, en diferido o interruptus. La Unión Europea (UE) hizo ayer una condena preventiva a la declaración de la independencia “en suspenso” hecha por el presidente catalán Carles Puigdemont, tras un referéndum que el Tribunal Constitucional español y la UE consideraron ilegal y que tuvo un 43% de participación. Pero hacia la noche, sus voceros dijeron que el bloque aguardaría la posición final de Madrid, de cuyas autoridades dijeron esperar una respuesta mesurada a la crisis.
Ayer, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk pidió al líder catalán que no diera ningún paso que impidiera el diálogo. Tusk fue claro: “Señor Carles Puigdemont, le pido que respete el orden constitucional y que no anuncie una decisión que haría imposible el diálogo. La diversidad no debería llevar al conflicto, cuyas consecuencias obviamente serían malas para los catalanes, para España y para el conjunto de Europa”.
El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, fue aún más explícito: “Espero que las autoridades catalanas no procedan a una decla- ración unilateral de independencia porque sería un hecho gravísimo que sonaría como una provocación también porque la mayoría de catalanes está contra la independencia”.
Fuentes de la Comisión Europea dijeron anoche que hasta hoy no habrá una respuesta oficial. Bruselas espera a la reacción de Madrid. Si Madrid considera que la suspensión de la declaración de independencia no tiene valor y que constituye una declaración de independencia “implícita”, los 27 apoyarán al gobierno español.
Las mismas fuentes explicaban que la suspensión de esa declaración de independencia había mostrado al menos que el presidente catalán “escuchó de alguna forma los pedidos de las instituciones europeas o vio demasiado alto el acantilado al que tenía que tirarse”. Bruselas preferiría una respuesta contenida de Madrid, pero mientras no sea desproporcionada respaldará a Rajoy.
El presidente catalán pidió anoche que Europa medie y facilite el diálogo. Pero la respuesta la tenía desde media tarde. El presidente francés Emmanuel Macron cerró la puerta a una mediación porque “daríamos la razón al que no respeta la regla del derecho”. Se preguntó retóricamente: “¿Por qué Europa no interviene?”. Y se respondió: “Porque Europa está hecha por Estados soberanos. Si yo interviniese en el tema catalán me inmiscuiría en los temas políticos españoles”. Macron cargó contra el nacionalismo catalán: “Tiene acentos sinceros, culturas, profundos, que respeto, pero también refleja egoísmos económicos que dan miedo”. El francés ve en la crisis otra razón para su llamamiento a que Europa dé un salto integrador: “Es un momento histórico -dijo- en que necesitamos pensar en una soberanía europea, pero no pienso que esta soberanía se vaya a poder pensar reduciendo o sustrayendo la soberanía nacional”. ■