Caretas políticas de Cristina: kirchnerista, peronista y...

“No intente bajarme el precio diciéndome kirchnerista, yo soy peronista”, decía una semana atrás Cristina, en una entrevista al diario El País. Una semana antes había llamado a formar un frente para oponerse al brutal ajuste que, según ella advertía, realizará el Gobierno luego del 22 de octubre.

Es evidente que ni los cambios de maquillaje, de vestuario, ni sus sesudos análisis políticos sobre la dura situación del país ni de las denunciadas “persecuciones judiciales” en su contra, logran convencer al electorado que cada vez le da más la espalda. Lo que su obnubilada visión de los tiempos que transita le impide ver, es que no son los votos de Ranzazzo (que perdió) ni los peronistas dispersos en Massa, o los de la izquierda, los que le faltan para evitar la derrota. Los que ya no volverá a tener son los de la sociedad, que se hartó de mentiras, falta de control de su gestión, robos y mega corrupción. No son los políticos sino “la sociedad” quien ahora demanda cambios urgentes. “Es la sociedad, estúpida”, debería recitar un cartel pegado en el Instituto Patria, si la ex de todos y todas tuviera un asesor como el que otrora acompañó a Bill Clinton durante su campaña, en 1992. Juan José de Guzmán jjdeguz@gmail.com • Primero nos dijo que votó a Perón, pero con la boleta de Abelardo Ramos, luego fue peronista, hasta que por doce años fue peronista, kirchnerista, cristinista, más tarde se postuló en las PASO por un partido diferente como Unión Ciudadana, que no se sabe bien qué orientación tiene, y ahora en una entrevista con Chiche nos dice que ella no es kirchnerista, sino peronista. Por favor, un psicólogo a la derecha. Ernesto Quade ernestoquade@gmail.com