Ahora los independentistas dicen que aceptan el comicio del 21-D
En la plaza Sant Jaume de Barcelona, frente a una Generalitat vallada y sin rastros de quienes ocupaban el poder aquí, los independentistas que se acercaron para dar su apoyo a un gobierno que ya no existe entonaban Què volen aquesta gent? (¿Qué quiere esta gente?) -una canción censurada de María del Mar Bonet y Lluís Serrahima, de 1968, contra el fran- quismo-, mientras los partidos independentistas admitían que irán a las elecciones adelantadas convocadas no por ellos sino por Madrid.
Aquí nadie quiere admitir en voz alta que aceptar candidatearse para las elecciones surgidas de la intervención es admitir la derrota del proyecto de república que el Parlamento catalán proclamó el viernes, antes de ser disuelto por Rajoy.
La dirección de Esquerra Republi- cana, el partido centroizquierdista del ex vicepresidente Oriol Junqueras, confirmó que se presentará al comicio autonómico. Junqueras se había atajado por posibles críticas: “En los próximos días, el Govern deberá tomar decisiones que no siempre serán fáciles de entender”, escribió.
Ahora el partido dice: “No tenemos otra opción que seguir adelante, acumular fuerzas, seguir cargándonos de razones sin renunciar nunca a las urnas para validar la República” .
El PDeCAT de Puigdemont y que lidera el ex presidente de la Generalitat Artur Mas, luego de la reunión de su dirección, también confirmó la participación en las elecciones del 21 de diciembre. Su coordinadora general, Marta Pascal, confirmó: “Nos veremos en las urnas”, aunque no quiso aclarar si su partido volverá a compartir fórmula con Junts pel Sí (JxSí) como lo hicieron en las últimas elecciones.
Por otra parte, el PDeCAT confirmó que continuará en sus bancas en el Congreso y en el Senado, a pesar de las críticas por permanecer allí luego de la declaración de independencia. “Seguimos en el Congreso y en el Senado para defender las instituciones catalanas, y hacer frente al 155 (la intervención) y al Gobierno del PP”, afirman desde el partido que cuenta con ocho diputados y cuatro senadores que continuarán en sus escaños.
La CUP, radicales anticapitalistas, aliada del ex gobierno de Puigdemont, ayer aseguró que “no acata ni acatará” la intervención. La diputada Mireia Boya dijo que las elecciones del 21 de diciembre son ilegítimas y que se dan en un contexto de represión. Exhortó, además, al Govern destituido por Madrid a que “haga acción republicana, ya sea desde aquí o desde Bruselas”.
No es la opinión generalizada. Algunos ayuntamientos -como el de Tarragona- cumplen con la directiva de descolgar los retratos oficiales de Carles Puigdemont de los despachos de las alcaldías.
Con la aplicación del 155 en marcha, Cataluña sigue sin tener paz. ■