Argentina empieza a buscar respuestas en el frío de Moscú
La Selección jugará dos amistosos que serán clave para algunos futbolistas y para Sampaoli.
Habrá que aceptarlo como una postal de época: bajo los 4 grados de Moscú, a 13.500 kilómetros de Buenos Aires, los más granado del fútbol nacional se reencuentra para avanzar en la preparación para el Mundial que se jugará aquí mismo en siete meses. Protegidos por buzos, guantes y bufandas, intercambiando bromas como método para calentar los músculos y el alma, los integrantes de la Selección hacen una nueva pausa en sus cargadas agendas. Vienen de todas partes con algo de artista en gira y algo también de recreo entre tanta conpetencia. Durante poco más de una semana escucharán a Sampaoli y harán méritos para conformarlo y confirmar su lugar en la cita mundialista. Rusia es el nombre del desafío próximo. El mismo nombre que lleva el desafío más grande...
La presencia de Messi y los suyos no logró alterar, al menos por ahora, el ritmo de vida de los 12 millones de moscovitas. Las primeras imágenes de la capital hablan de un estilo ya de por sí fre- nético, con fenomenales embotellamientos de tránsito y automovilistas que simulan ser émulos del impetuoso Daniil Kyvat. Hicieron falta casi tres horas para desandar los 30 kilómetros que separan el aeropuerto Sheremetyevo de la capital, de modo que Messi y los suyos bien pueden ofrecerse el sábado, en el estadio Luzhniki y ante 70 mil personas, como un bálsamo ante tanto vértigo.
Ni siquiera la marcha en homenaje al centenario de la Revolución Bolchevique modificó el ritmo de muchos de ellos. Lo que años atrás habría sido un majestuoso desfile militar y una masiva demostración popular esta vez dejó afuera a muchos jóvenes que, lo contaban después en algún café céntrico, viven el comunismo como parte de la historia del país y poco más que eso.
Por lo demás, la jornada dejó pocas novedades rutilantes. La práctica matutina de la Selección en el predio del Spartak, la visita de Sebastián Driussi -compañero en el Zenit de Rigoni, Paredes, Kranevitter y Mammana- y el uso del 9° piso del hotel Radisson para análisis tácticos y conversaciones vespertinas. “Las tardes las usaremos para charlas y videos”, le confirmó a Clarín Jorge Sampaoli en el lobby, con una barba de tres días.
Los próximos días irán entregando pistas respecto de formaciones, esquemas y búsquedas. Los partidos del sábado ante Rusia y del martes frente a Nigeria permitirán ver si esas búsquedas, ya sin el morboso fantasma de quedarse sin Mundial, empiezan a dar frutos. ■