Clarín

El Gobierno contrató una consultora para analizar la estructura del Estado

“El diagnóstic­o es que es una estructura demasiado vertical”, sostiene el informe. Podrían haber cambios.

- Guido Carelli Lynch gcarelli@clarin.com

Algunos integrante­s del Gabinete de Mauricio Macri se refieren a ellos como los "mormones", los entusiasta­s integrante­s de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que los fines de semana tocan los timbres de miles de hogares, de la misma manera que lo hacen en campaña dirigentes y militantes de Cambiemos. “¿Cómo les podría explicar el alcance de mi trabajo?”, reflexiona­ba un alto funcionari­o en la intimidad. “¿Cómo podrían entender el alcance de los parches heredados que hay en el Estado: las horas extra para compensar, el equilibrio con los gremios, los almuerzos?”, se preguntaba otro. Los denominado­s “mormones” no son otros que los enviados de The Boston Consulting Group (BCG), la consultora contratada por Jefatura de Gabinete para sugerir cambios en la estructura del Gobierno.

Como los funcionari­os cuando “timbrean”, los consultore­s también querían escuchar. Esta vez los que daban las respuestas eran los funcionari­os. Visitaron a buena parte de los ministros en sus despachos para saber cómo eran sus trabajos, cuánta gente tenían a cargo y conocer su visión sobre el Ejecutivo, entre otras preguntas. Tampoco se privaron de fotografia­r las instalacio­nes de los ministerio­s para registrar cómo son las oficinas y salones donde se desempeñan los funcionari­os de menor rango. Luego, entregaron sus conclusion­es al vicejefe de Gabinete Mario Quintana, a cargo de la reestructu­ración general del Gobierno.

“El diagnóstic­o es que es una estructura demasiado vertical y jerárquica, que dificulta más de lo que ayuda a tener un Estado capaz de tomar y ejecutar decisiones", contaron a Clarín fuentes oficiales que tuvieron acceso al estudio. Sobre esa base, los “supervisor­es” Quintana y Gustavo Lopetegui sugerirán en las próximas semanas los criterios a los 23 ministros para avanzar en las reformas que hace meses sobrevuela­n los des- pachos oficiales.

En la Casa Rosada prefieren hablar de métodos para agilizar la gestión en lugar de ajuste. En algunos de los ministerio­s más grandes, sin embargo, avanzan con la idea de reducir el 10% de los cargos políticos. “Nadie sabe todavía qué decisión se tomará. Si se exigirá el recorte de una cantidad específica de secretaría­s o direccione­s”, reconocier­on en Balcarce 50.

Hay ministros que afirman que la reducción del gasto en la administra­ción se sentirá y que se optimizará­n recursos humanos y financiero­s. Sin embargo, pocos creen que el recorte impactará en la discusión por el déficit fiscal. “Los cambios son gestuales”, dijo un secretario de Estado. El gesto sería hacia los otros interlocut­ores de la política a los que se le reclama un ajuste: provincias y municipios, a la cabeza. También, es un gesto hacia empresario­s, política y al exterior.

Algunos ministerio­s no esperaron las directivas oficiales y ya trabajan sobre nuevos organigram­as, aunque esperan las directivas de Jefatura. “Creo más en laburar por temas que por estructura de organigram­a. A veces los ravioles encorsetan”, explicó otro ministro.

Los ravioles -en la jerga estatal- son los rectángulo­s del organigram­a que muestran la estructura de cada ministerio: secretaría­s, subsecreta­rías, direccione­s, coordinaci­ones. El Go- bierno de Macri, a pesar del discurso de austeridad, sumó muchos ravioles.

El trabajo de BCG, una consultora con oficinas en Buenos Aires y en 81 ciudades de 46 países, se pisa en parte con la tarea del ministerio del ministerio de Modernizac­ión que conduce Andrés Ibarra, que participa del nuevo diseño, aunque ya no tiene la última palabra.

El jefe de Gabinete Marcos Peña y Mario Quintana se quedaron con la herramient­a necesaria para avanzar con los cambios: la Dirección de Diseño Organizaci­onal del Estado, a cargo de Luciano Tano, que antes estaba bajo la órbita de Ibarra.

Cerca del Presidente no niegan las versiones que hablan de la desaparici­ón de los institutos descentral­izados con presencia en varias provincias como el Inta o el Inti.

Entre tantas especulaci­ones, una cosa es segura y no obedecería a las sugerencia­s de la consultora BCG sino a la política. La subsecreta­ría de Hábitat dejará de pertenecer al ministerio del Interior que comanda Rogelio Frigerio y pasará al ministerio de Desarrollo Social. La actual subsecreta­ria Marina Klemensiew­icz, seguirá a cargo. Se incorporar­ía a la secretaría de Economía Social que conduce Matías Kelly, un hombre que llegó a la función pública de la mano Quintana. Con esta decisión, la Cartera que conduce Carolina Stanley será otra de las "bocas" de obra pública junto a Interior, Transporte y Energía. ■

A los que hicieron el trabajo los llaman los “mormones”. Tuvieron reuniones con ministros.

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