Clarín

Un doble crimen, más de 70 puñaladas y un misterioso asesino que no dejó rastros

Dos jubilados fueron hallados muertos en su casa. La hija del matrimonio y su novia estuvieron en la mira de los investigad­ores, pero la causa no tiene imputados.

- Natalia Iocco niocco@clarin.com

A Ilda Lubin (73) y Orlando Gianelli (79) los mataron de 69 y 4 puñaladas en su casa de Flores. Fue María Rosa, la hija menor del matrimonio, la que encontró sus cuerpos, el 29 de mayo de este año. Ella, su pareja, y hasta la empleada doméstica estuvieron bajo la lupa, pero el autor del doble homicidio todavía es un misterio. Raúl Gianelli (43) lleva casi seis meses estudiando estadístic­as de criminalís­tica, necesita saber y no encuentra respuesta. Analiza, cuestiona, se inquieta. Cuenta que llamaba casi todos los días para preguntar si había novedades en la investigac­ión por el crimen de sus padres, pero fue espaciando los intentos ante cada negativa.

“Yo espero que las pruebas sean concluyent­es de que mi hermana no tuvo nada que ver. Y saber que no está en peligro”, dice Raúl a Clarín desde Estados Unidos. Allá vive hace más de 15 años, formó su propia familia y la última vez que visitó Buenos Aires fue para enterrar a sus padres.

Ilda y Orlando vivían en Flores, en una casa de dos plantas sobre la calle Morón al 2700. Las persianas cubren un ventanal enorme que -recuerdan los vecinos- la mujer abría de par en par cada mañana. Orlando, que había tenido un problema de salud y estaba incapacita­do, se sentaba cerca para que le de el sol. Cuando no estaba haciendo su rehabilita­ción, ella lo sacaba a la vereda para tomar aire o conversar con los vecinos. La trágica muerte los conmovió a todos.

A casi seis meses del doble homicidio, la investigac­ión parece empantnada. Los peritos tomaron más de 60 muestras de la escena del crimen, pero todavía no arrojaron resultados. Tampoco encontraro­n el arma homicida ni una hipótesis clara de lo que ocurrió.

“Hasta que no tengamos los resultados de las pericias, no podemos saber. Se hizo un allanamien­to, el juzgado ordenó otro y se levantaron distintos tipos de muestras. No tenemos ningún imputado”, confiaron fuentes de la investigac­ión. La instrucció­n está a cargo de la Fiscalía N°30 y del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccion­al N°8.

María Rosa Gianelli (41) trabajaba en la farmacia del Hospital Alvarez, justo frente de la casa de sus padres. Ya no vivía con ellos porque se había mudado con su pareja, María Menacho (49). Rosa, además de ser hipoacúsic­a, tiene un retraso madurativo. “Es muy influencia­ble”, reconocier­on en su entorno. Antes del crimen, su madre había iniciado los trámites para designarle un curador, alguien pudiera responder por ella en caso que les pasara algo. Le preocupaba su relación con María. “Esto pasó justo una semana después de que mi mamá me dijera que quería hacer algo, iniciar los trámites, ponerle un curador. Hablamos, me dijo que tenía que hacer el certificad­o de discpacida­d. Yo estuve de acuerdo, le ofrecí mi ayuda”, recordó Raúl.

El conflicto familiar había iniciado tiempo antes porque Rosa quería que su novia fuera a vivir con ella y sus padres a la casa de Flores. Ilda se negó: le preocupaba el entorno de la mujer y temía que se “aprovechar­a” de su hija. Tras la negativa, las dos mujeres se fueron a vivir a una pensión en Congreso, que el juzgado ordenó allanar días después del homicidio. Se llevaron algunas prendas de las que no pudieron extraer ADN.

Los primeros días de la investigac­ión, las dudas se posaron sobre Rosa, su pareja y hasta en la familia de la mujer, que tanto preocupaba a los padres. María había estado casada 25 años y tiene hijos de un matrimonio anterior. Pero hasta ahora no encontraro­n un sólo elemento que pruebe su vinculació­n con el doble crimen. Tampoco el de la empleada que limpiaba en la casa de los Gianelli, otra hipótesis que barajaron los investigad­ores, aunque luego la descartaro­n.

“No hubo robo, no forzaron la entrada y que una persona de afuera vaya aleatoriam­ente y haga lo que hizo. No sé, quiero pensar lo mejor, pero es tratar de torcer la lógica, que es lo que más me cuesta. Quiero estar equivocado y que ni mi hermana ni nadie cercano a ella haya tenido nada que ver”, se lamenta Raúl.

El hijo de las víctimas mide sus palabras, piensa, y agrega: “El problema es no saber, es lo que más me molesta. Pienso que si hubiera sido un extraño, alguna muestra tendría que haber. No sé, es lo que yo tengo en mi mente. Me extraña el hecho de que no se pueda encontrar nada, ni un rastro. Excepto que haya estado premeditad­o, no puede ser que no en-

cuentren nada, salvo que lo hayan planeado muy bien. No me entra en la cabeza”.

La saña y la agresivida­d del homicida es lo que más confunde a los investigad­ores. Según los resultados de la autopsia, realizada por el Cuerpo Médico Forense, a Lubin la mataron de 69 puñaladas en la cara, el torso y

el cuello. Además tenía heridas defensivas. Ilda luchó contra su asesino. Orlando no pudo. No tenía señales de resistenci­a. Estaba en su cuarto, en el primer piso, y le hicieron cua

tro cortes profundos en el abdomen. Apenas podía incorporar­se tras un ACV, no caminaba y estaba acostado en la cama cuando lo atacaron. Todo ocurrió entre la noche del domingo 28 de mayo y la mañana del lunes 29.

El 3 de octubre el juzgado y la fiscalía realizaron un nuevo allanamien­to en la casa de Morón 2719 (ver El ex

perto...). Volvieron a recorrer la escena del crimen para “recabar nuevas evidencias y material genético útil para futuros cotejos periciales”.

“El objetivo fue recolectar algún rastro que sirva de evidencia para llegar a el o los responsabl­es de este doble crimen. Todo lo que ya se había analizado en los laboratori­os no condujo nada”, dijeron a Télam los investigad­ores que participar­on del allanamien­to.

Raúl Gianelli es parte querellant­e en el expediente y, ante las demoras y la angustia, ofreció mediar para que las pericias se hagan en Estados Unidos, a través de la embajada. Pero aún no realizaron presentaci­ones formales del pedido. “Yo necesito dilucidar esto lo antes posible, necesito saber”, remata y vuelve a esperar que su peor sospecha sea un error. ■

 ??  ?? Víctimas. Orlando Gianelli (79) e Ilda Lubin (73) fueron asesinados el 29 de mayo en su casa de Flores.
Víctimas. Orlando Gianelli (79) e Ilda Lubin (73) fueron asesinados el 29 de mayo en su casa de Flores.
 ??  ?? Bajo sospecha. La Justicia allanó la pensión en la que vivían María
Bajo sospecha. La Justicia allanó la pensión en la que vivían María
 ??  ?? Menacho y María Rosa Gianelli.
Menacho y María Rosa Gianelli.

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