Clarín

¿De quién era De Vido?

- Ricardo Kirschbaum

Si José López y Ricardo Jaime, ambos presos por corrupción, eran “de Néstor Kirchner” ¿de quién “era” Julio De Vido que estuvo doce años en el gabinete nacional? Esta distinción la hizo la esposa del ex ministro, una abogada que no tiene un pelo de ingenua y que meditó cada palabra en la entrevista que concedió.

Lo que quiso decir tácitament­e Alessandra Minnicelli es que del esquema que había armado Néstor con la obra pública no participab­a su marido. Hipótesis, en principio, difícil de probar y de creer. De Vido era el superior jerárquico del ex secretario López (alguna vez calificado como “mi mano derecha” por el ex ministro preso) y del ex titular de Transporte. En segundo lugar, “si eran de Néstor” ¿qué hacían? ¿robaban en nombre del Presidente?

Siguiendo con ese razonamien­to ¿De Vido era de Cristina? Por las declaracio­nes de ella, no. No se animó a poner las manos en el fuego por él, una variable del Poncio Pilatos de la Argentina de la corrupción. No lo bancó.

Hasta Guillermo Moreno le aplicó el peronómetr­o a su ex jefa y le bajó dos puntos. Para hacer eso, no compromete­rse con un ex subordinad­o, están los radicales, provocó. Solo conocen un lado de la reja, aclaró el ex secretario de Comercio recienteme­nte condenado.

La abogada Minnicelli presenta a su esposo como un virtual “agente libre” en el kirchneris­mo que “tiene muchas cosas para contar”. De Vido sigue rumiando su furia no solo contra Cristina sino también contra los diputados peronistas que lo dejaron caer. Tanto sus cartas como las declaracio­nes de la esposa contienen amenazas explícitas de posibles revelacion­es.

A Gioja le dijo “ortiva”, es decir delator, porque no se solidarizó con él cuando el bloque, por presunta indicación de la ex Presidenta, se ausentó del debate y lo desaforaro­n. El ex gobernador de San Juan y presidente del PJ, luego de decir que la obra pública en su provincia fue auditada, ahora quiere calmar al ex ministro preso tirando aceite al mar embravecid­o. Promete visitarlo en Marcos Paz.

No está solo. Hay una larga fila, que encabeza el senador Miguel Pichetto, que se ha formado en las afueras de la cárcel. Hasta allí llegó ayer Aníbal Fernández a expresar su solidarida­d.

Pero Gioja agregó otra perla y dijo: “Los trapos se lavan adentro” ¿Adentro de qué? Lo que está en discusión no es la disciplina partidaria sino una investigac­ión por corrupción. Si esa es la ropa que hay que lavar dentro o si es otro asunto que no se conoce aún, mejor sería que el jefe formal del PJ lo aclare rápido.

Hay otra cuestión que puede derivar en lo que dijo Minnicelli. ¿Qué es lo mucho que tiene De Vido para contar? Y si lo citan ¿lo contará?

En principio, parece difícil que se auto incrimine para incriminar a otros, en venganza. Lo de De Vido también está dirigido a algunos gobernador­es y ex gobernador­es que lo han frecuentad­o cuando el ex ministro era un hombre fuerte del kirchneris­mo.

Ahora parece que no era de nadie y con Néstor solo se saludaban protocolar­mente cuando se cruzaban en la Casa Rosada.

Lo que se discute no es la disciplina partidaria sino una investigac­ión por corrupción.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina