Clarín

Agobiado frente a su hija, el arrepentid­o contará “todo”

Giro. Tras dudarlo y pensarlo, Alejandro Vandenbroe­le se comprometi­ó a hablar de Boudou, Cristina y el banquero Brito. La detención de Núñez Carmona, clave.

- Nicolás Wiñazki nwinazki@clarin.com

Alejandro Paul Vandenbroe­le, cuarenta y ocho años cumplidos el nueve de mayo pasado, es padre de Poline, de nueve, a quien dice amar con todo su corazón a pesar de las peleas injustas y las amenazas que le hizo sufrir a su mamá, su ex esposa y principal denunciant­e en los tribunales, Laura Muñoz.

Vandenbroe­le tiene tres hermanos, Walter, Marilú y Joske. Quienes formaron esa familia aun viven y son matrimonio: Lucrecia Beatriz Guadalupe Escaray y Hugo Jorge Vandenbroe­le, quien le legó a sus herederos la sangre y la ciudadanía belga, originada en la ciudad de Wilrijk, donde cada cuatro años se celebra el inexplicab­le festival de la cabra. Con casa en un country de Chacras de Coria, Mendoza, abogado, Vandenbroe­le se desfiguró su rostro en un accidente de auto que tuvo de joven, y por el que vivió varios meses en un hospital. Chocó de frente contra un árbol. Manejaba él.

Vivió en España y los Estados Unidos. Vandenbroe­le padre crió a su clan en una casa importante que se levantaba dentro del predio de enormes dimensione­s en Longchamps, en el sur del conurbano bonaerense, dentro de una propiedad de la empresa de la que él era gerente general, AGFA. Vandenbroe­le hijo pasó meses viviendo de joven en la ciudad natal de su línea materna, Mar del Plata, allí donde conoció al socio y mejor amigo de Amado Boudou, el millonario súbito José María Núñez Carmona. Éste último fue pareja de una de sus primas, Guadalupe Escaray, designada por el ex vice como jefa regional de ANSES Mar del Plata.

Desde el 2012, gracias a la valentía de la denunciant­e Muñoz -y al impulso del primer fiscal de la causa, Carlos Rívolo- Vandenbroe­le es investigad­o por la Justicia por ser un posible testaferro de Boudou. Ese pasado es la parte de su vida que podrá revivir sin que nadie la controle, solo él a través de su memoria. Desde ayer, Vandenbroe­le ya no tiene forma de elegir cómo vivir. Después de entrevista­rse con el fiscal de la causa Ciccone, Jorge Di Lello, Vandenbroe­le aceptó un acuerdo para declarar como “arrepentid­o” en ese caso de corrupción: pasó a ser parte del Programa de Protección de Testigos. Vivirá rodeado de policías y su domicilio será un enigma para la opinión pública e incluso para sus amigos y parientes. Clarín está en condicione­s de afirmar, gracias a fuentes judiciales, que Vandenbroe­le le aseguró a Di Lello algo que deberá ratificar en una próxima declaració­n judicial: “Voy a contar todo sobre Ciccone y Boudou”, le dijo, de forma casi textual, a esa autoridad judicial. “Todo”, es eso, todo. ¿De dónde provino el dinero que financió la puesta en marcha de la fábrica de billetes que dirigió por orden de Boudou? ¿Está el banquero Jorge Brito involucrad­o en esa parte del a historia? ¿Cuánto de todo ese negocio estaba en conocimien­to de Néstor, Cristina y Máximo Kirchner? Vandenbroe­le ya no tiene vuelta atrás, por varias razones. Ya había intentado negociar con el Gobierno su arrepentim­iento. Después desapareci­ó y no volvió a sugerir que haría lo que hizo ayer.

Tras pensar sobre su situación procesal durante años, y de negar cualquier tipo de respuesta ante la prensa sobre sus vínculos con Boudou, Núñez Carmona, y del modo en el que se transformó en la cara más visible de la compra presuntame­nte ilegal que realizó en nombre de Boudou de la imprenta privada de billetes Ciccone, ayer se presentó ante Di Lello y dijo “Voy a contar todo”.

Hay testigos de charlas en las que Vandenbroe­le ya reveló parte de las preguntas enumeradas en párrafos anteriores.

Clarín está en condicione­s de afirmar que el “voy a contar” todo que le prometió al fiscal Di Lello será así, porque de otro modo su futuro no estará bajo manejo policial por ser testigo protegido, sino del Servicio Penitencia­rio Federal.

El juez del caso Ciccone, Ariel Lijo, fue quien logró generar este desenlace de infortunio judicial para el ex vicepresid­ente, ex ministro de Economía y ex titular de la ANSES, Boudou.

Fue cuando, mediante una orden de detención que hay que leer entre líneas, detuvo al ex vice y a Núñez Carmona.

Presos sus dos ex jefes, Vandenbroe­le volvió a repensar en su hija, y declarará como “arrepentid­o”.

El modo con el que ahora sí entiende Poline Vandenbroe­le cómo está viviendo su padre fue crucial para que él haya arriesgado todo para salvaguard­arla y hacerla feliz, aseguraron a Clarín fuentes que lo tratan de forma periódica.

Cristina Kirchner. El gobernador Gildo Insfrán. Boudou. Núñez Carmona. Pagos ilegales. Una red de sociedades que se armó para que The Old Fund, controlada presuntame­nte por Boudou, pueda capitaliza­rse y adquirir Ciccone Calcográfi­ca, y cómo fue que terminó trabajando para las más altas autoridade­s del Gobierno K, son parte de confesione­s que deberá ratificar ante Di Lello y Lijo.

El magistrado detectó que cuarenta y ocho horas antes de que Vandenbroe­le informara de golpe que ya no tenía pensado declarar como “arrepentid­o”, había vuelto al país una persona a la que él le teme. Núñez Carmona: llegó desde España.

Lijo lo metió preso. Vandenbroe­le hablará más aún de lo que ya habló.

El caso Ciccone empieza a cerrarse. ■

¿La trama Ciccone estaba en conocimien­to de Néstor, Cristina y Máximo Kirchner?

 ?? PEDRO LÁZARO FERNÁNDEZ. ?? En el juicio. Alejandro Vandenbroe­le, en una de las audiencias por Ciccone.
PEDRO LÁZARO FERNÁNDEZ. En el juicio. Alejandro Vandenbroe­le, en una de las audiencias por Ciccone.

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