Ensayo para afirmar titulares, recambios y funcionamiento
Las miradas apuntarán a Dybala (en lugar de Messi) y a Pavón. En el arco estará Marchesín. La defensa se repetirá.
Afianzar la idea, mejorar los cambios de ritmo, avanzar en pequeñas sociedades, evaluar a futbolistas que se juegan su chance de Mundial. Desde las 19.30 hora local (las 13.30 en la Argentina), en un moderno Stadion Krasnodar que difícilmente complete sus 34.291 ubicaciones, la Selección buscará dar otro paso en la dirección que su entrenador, Jorge Sampaoli, persigue desde su asunción.
El octavo capítulo del ciclo Sampaoli (victorias ante Brasil, Singapur, Ecuador y Rusia, empates con Uruguay, Venezuela y Perú) ofrecerá cuatro cambios respecto del equipo que venció al anfitrión del Mundial. Pero ni la presencia de Agustín Marchesín en el arco por Sergio Romero; ni la de Ever Banega por derecha en lugar de Enzo Pérez, despiertan el interés de las otras dos.
Paulo Dybala, el primer caso, ocupará el lugar de Lionel Messi, que descansa en Barcelona. El mediapunta de la Juventus, que sería titular en al menos 196 de las 200 selecciones FIFA pero que en ésta es suplente por superposición de extraños factores, tiene la chance de reencontrarse con su mejor nivel. Jugará donde suele hacerlo en la Juve, aunque no donde Sampaoli considera que mejor rendiría. Será algo así como un enlace y no será ni punta ni nueve.
Que no encuentra su lugar estando Messi en cancha, que no aprovecha chances... al cordobés lo avalan más sus antedecentes en Italia y sus innegables cualidades que su breve historia en la Selección: por Eliminatorias jugó 8 partidos, cuatro como titular. No hizo goles en los 320 minutos que estuvo en cancha y además fue expulsado una vez, ante Uruguay.
El otro a seguir es Cristian Pavón. El wing de Boca llevará ante los duros nigerianos la bandera de los defensores del fútbol local, esos que creen que haber cruzado el charco hacia las grandes ligas no garantiza ser mejor per sé que quienes se destacan en el país. Unos minutos le bastaron para desequilibrar por velocidad y astucia el sá- bado. Irá por Salvio para confirmar las mejores presunciones.
La ratificación de los tres defensores y de Matías Kranevitter como volante central habla de la conformidad del DT con lo visto en el Luzhniki. A Lo Celso le dará otra chance después de un flaco debut. Querrá que Agüero se adueñe definitivamente del 9. Y Di María, recontraprobado, jugará un rato para dejar su lugar luego a Perotti.
Enfrente, Nigeria -viene de asegurarse su plaza mundialista tras ganar invicto el grupo africano 2- acaba de empatar 1-1 en su visita a Argelia. Esa vez, su entrenador, el alemán Rohr, planteó un 4-2-3-1 con Nwakaeme, el ariete del Hapoel Beer Sheva israelí, como única punta. Se verá si conservan aquella fortaleza física que los hizo habitualmente peligrosos. ■