Ai Weiwei, cuenta regresiva para la gran muestra
Qué se verá en la exposición del polémico artista chino, que abre a fin de mes.
Hay entusiasmo en el edificio de la Fundación Proa, de cara al Riachuelo: la obra del artista y activista chino Ai Weiwei (Beijing, 1957) actualmente uno de los creadores más destacados de la escena global, se expondrá en el país a partir del sábado 25. Y es una muestra antológica. Se trata de su primera exposición importante en América latina y tendrá carácter itinerante: luego de exponerse aquí, hasta febrero, viajará hacia otras ciudades de la región.
Ayer, su “ejército” de asistentes -quienes le ayudan a montar complejas producciones en los países en que exhibe- trabajaba intensamente en la sede de La Boca, mientras él seguía a través de una plataforma online cada paso del grupo de montajistas.
El artista no vendrá al país -estuvo aquí a fines de julio-, aunque en estos días podría brindar una conferencia vía streaming.
En Buenos Aires exhibirá 1700 bicicletas como parte de Por siem- pre bicicletas, una de sus obras, de 2015.
La selección de piezas -curadas por Marcello Dantas- incluye, desde instalaciones construidas a partir de taburetes de madera antiguos de la dinastía Qing (1644-1911) a una serie de juguetes sexuales, que presentó por primera vez en 2014. Y una instalación, Semillas de girasol (2010), formada por 100 millones de piezas de porcelana pintadas a mano, con la que ya causó alto impacto en anteriores montajes.
En Cofre de la luna (2008) presentará una serie de ochenta y un cofres únicos construidos a partir de huali, una madera preciosa extraída del árbol de membrillo chino. El artista ha cortado cuatro aberturas circulares en cada uno de esos cofres, transformando los muebles en obras de arte. Las aberturas se alinean para crear un juego de luces y sombras que sugiere las fases de la luna.
Otro de los trabajos que podrán ver los argentinos son 320 fotos digitales relacionadas con los refugiados del mundo, en formato de impresiones digitales; un Mapa de China (2017), realizado en madera de tielimu; Vasijas de porcelana apiladas como columnas (2017) y el video Casa de cangrejos (2009), en el que se ven 3200 cangrejos de porcelana, y que alude a la censura en China.
Ai, no para de viajar: ahora está estrenando su película Human flow, el film que dirigió y que se proyectará esta semana en el Festival de Cine de Mar del Plata, después de haberse estrenado en Venecia. Allí trata el tema que más lo preocupa actualmente: la crisis global de los inmigrantes.
El artista es conocido por su arte provocativo, ligado a lo conceptual, y que algunos consideran de ruptura: su trayectoria se orienta a la protesta contra el régimen de gobierno chino y lo social, con el seguimiento de las crisis migratorias. Por su oposición al régimen de su país fue vigilado, perseguido y hasta encarcelado; tuvo prohibido salir del país asiático hasta 2015. Desde hace dos años reside en Berlín y viaja a su patria una vez por año. Se convirtió en una voz contra los autoritarismos, pero también en un denunciante de las actuales condiciones de vida y muerte de cientos de miles de personas en el mundo. “Para mí la expresión artística está siempre relacionada con la lucha política” dijo él a Clarín en una entrevista reciente. ■
Weiwei se convirtió en una voz contra los autoritarismos y las crisis humanitarias.