La campaña electoral en Cataluña arranca con un ríspido debate
Choque de ideas. Los candidatos para las elecciones regionales del 21 de diciembre se enfrentaron ante las cámaras. Los líderes independentistas siguen en prisión.
La convocatoria a elecciones en Cataluña le quemaba las manos a Mariano Rajoy que, en cuanto el Senado le habilitó la aplicación del artículo 155 de la Constitución que le permitió intervenir la autonomía catalana desobediente, apuró el calendario: elecciones en 54 días, el plazo más breve que la ley permitía.
Pero Rajoy no tuvo en cuenta que la campaña para los comicios del 21 de diciembre comenzaría esta semana, una de las menos atractivas para hacer pensar a los catalanes habili- tados para votar -son más de 5 millones de los 7,5 millones de habitantespor los dos feriados que tuvo: el del miércoles 6 de diciembre, Día de la Constitución española, y el de ayer, el de la Inmaculada Concepción.
La campaña arrancó tibia entre la gente, más preocupada por la congestión de las rutas en el fin de semana largo que por sondear las propuestas de los candidatos que el jueves a la noche se batieron a duelo en el primero de los cuatro debates que van a encarar de aquí al 19 de diciembre.
El debate del jueves, que se centró en las soluciones a la situación política catalana y en las propuestas de los seis partidos que se disputan la Ge- neralitat, fue en catalán, excepto los párrafos en castellano que Inés Arrimadas, de Ciudadanos, y Xavier García Albiol, del PP catalán, dedicaron a la audiencia que siguió el debate por Televisión Española (TVE).
Los candidatos se esmeraron más en arrojar dardos de descrédito venenoso al adversario en vez de profundizar sus propuestas.
“Yo quiero que la prima del señor Puigdemont vuelva a Cataluña y recuperemos la estabilidad y la confianza para que la empresa de la prima del señor Puigdemont y el resto de las 2.900 que se han ido vuelvan”, fue la chicana del candidato del PP catalán, en alusión a la empresa In- vocare, de material ortopédico, que preside Ester Puigdemont, prima del ex presidente catalán, que cambió su sede social a Madrid.
“Yo trabajaré para que vuelva el señor Puigdemont”, respondió Jordi Turull, ex portavoz del Govern y cuarto en la lista de Junts per Catalunya, el partido del destituido Carles Puigdemont. “El hecho de que nuestra cabeza de lista, que es el (ex) presidente Puigdemont no pueda estar aquí, ni Jordi Sánchez ni Clara Ponsatí -el líder social está detenido y la ex ministra huyó a Bruselas con Puigdemontya nos sitúa en una anormalidad democrática, por eso las elecciones son una oportunidad para recuperar las instituciones”, dijo Turull.
“Habrá niños de este país que no podrán tener a sus padres en estas fiestas, porque estarán en la cárcel”, quiso sensibilizar a la audiencia Roger Torrent, número dos por la lista de Girona de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), el partido que lidera el ex vicepresidente Oriol Junqueras, quien no podrá hacer campaña porque sigue encarcelado.
Torrent lamentó la ausencia del candidato de su partido: “Si hubiera normalidad democrática, yo no tendría que estar aquí sino Oriol Junqueras, que está encarcelado. Es una forma encubierta de intentar ilegalizar la candidatura de ERC. A pesar de estas elecciones ilegítimas, nos presentamos para ganar. Esas elecciones son muy claras. O gana el 155 o gana Cataluña. Hoy ERC es el único partido capaz de ganar y evitar que gane Ciudadanos y el bloque del 155. Somos garantía de república”.
“Nos hallamos ante una fractura y un fracaso político y el 21 de diciembre nos da la oportunidad de cambiar este rumbo. Necesitamos soluciones acordadas que nos permitan reforzar el autogobierno -dijo Miquel Iceta, el candidato socialista-. No investir a un presidente independentista. Sólo el dialogo, la negociación y el pacto nos sacarán.”
El candidato de Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, Xavier Domènech, de CatComú-Podem, insistió con que “queremos acabar con esta unilateralidad que ha dejado a gran parte del país afuera, y con el 155, queremos avanzar en la bilateralidad con el Estado, hacer avanzar el autogobierno de Cataluña. Nadie que quiera a su tierra puede concebir que se pueda separar en bloques”.
Xavier García Albiol, candidato del PP catalán, lanzó una pregunta retórica: “¿Cómo estaría hoy Cataluña si el PP no hubiera convocado estas elecciones, sin la intervención? Estaríamos fuera de España, fuera de Europa, los grupos revolucionarios de la CUP estarían parando la economía y creando inseguridad en las calles. En estas elecciones se elige la Cataluña del señor Puigdemont o la Cataluña de Mariano Rajoy”.
La CUP, a través de su candidato, Carles Riera, fue el partido más radical en su propuesta: “Venimos de un 1° de octubre legítimo y democrático que ganó el independentismo, de un 27 de octubre donde el Parlamento, siguiendo el mandato ciudadano, declaró la independencia y proclamó la república de una forma legítima y mayoritaria. Lo que vino después es un golpe de Estado. Lo que proponemos es que a partir del día 21 construyamos de nuevo la república”. ■