Clarín

River va por la Copa Argentina para cerrar con una sonrisa un turbulento 2017

Apostó a la Libertador­es pero chocó contra Lanús. Por eso esta noche tiene la última oportunida­d para lograr un título en el año. Pero Atlético Tucumán quiere hacer historia.

- Daniel Avellaneda davellaned­a@clarin.com

“La Copa Argentina es mi obsesión...” ........................................................................ No, no se trata de un error este estribillo que, en la intimidad, empieza a entonarse en Udaondo y Figueroa Alcorta. Por más que no figure en el cancionero de la tribuna, River siente que este trofeo vernáculo es el úni- co camino que le queda para lograr una vuelta olímpica en este turbulento 2017. Un consuelo deportivo que, a esta altura del año y con las elecciones a la vuelta de la esquina, se transformó en la Libertador­es. Es que el coloso de la banda roja se imaginaba un diciembre cargado de gloria. Sacando pasajes para viajar a Abu Dhabi, imaginando una final con Real Madrid en Medio Oriente. Ni siquiera llegó al partido decisivo ante Gremio porque Lanús y la VAR en coche lo dejaron fuera de carrera. Mucho menos, entonces, es posible ese cruce entre Marcelo Gallardo y Zinedine Zidane, dos de los mejores entrenador­es de la vía láctea.

Hoy, la Copa Argentina es una obsesión para River. Sí, señor. Porque desde que el Muñeco se sentó en el banco millonario, el 27 de julio de 2014 contra Ferro en Salta, casualment­e por este mismo torneo que hoy definirá ante Atlético Tucumán, siempre coronó al final del semestre. Copa Sudamerica­na, Libertador­es, dos Recopas, Suruga Bank y una Copa Argentina, un título cada seis meses. Por eso esta noche, a las 19.15, se juega tanto al pie de la Cordillera.

El hincha confía en Gallardo y por eso hubo anoche una recepción multitudin­aria al equipo. Le sobran los motivos. El laureado entrenador dejó claro antes de subirse al avión que no está dispuesto a ser el Grinch en esta Navidad. Quiere un regalo para la gente de River en el arbolito. Eso sí, no envuelve la realidad con papel celofán. El Muñeco reconoce que su equipo está transitand­o por una pendiente futbolísti­ca. Ganó uno de los últimos seis partidos, 3 puntos sobre 18 disputados. Consecuenc­ia de apostar todo a la arena internacio­nal en detrimento de la Superliga. Quedó a 12 unidades de Boca. Pueden ser 15 si el puntero mañana derrota a Estudiante­s en Quilmes. ¿Faltó compromiso y actitud, como sugirieron Jonatan Maidana y Javier Pinola, los referentes de una defensa permeable? Ni el propio Gallardo está de acuerdo con esta mirada. La principal deuda de River es con la pelota.

En ese sentido, el Muñeco poblará el equipo de volantes. Y tendrá a Enzo Pérez como uno de sus bastoneros. El mendocino quiere ser profeta en su tierra. Por eso hizo todo lo posible para llegar en condicione­s al duelo frente a los tucumanos. Se había desgarrado el isquiotibi­al de la pierna derecha hace 13 días contra Newell’s en el Monumental. Y hoy estará presen- te. También, Ariel Rojas. Y Leonardo Ponzio. Jugadores referencia­les, con varias finales en el lomo. De ellos necesita River para volver a ser. Iván Rossi, en tanto, regresará al banco.

Bajo los tres palos estará Enrique Bologna. El Beto, ese veterano de 35 años que llegó como tercer arquero y se adueñó de la titularida­d producto de los flojos rendimient­os de Germán Lux y Augusto Batalla. Con pasado en Banfield, Gimnasia, Unión, Peñarol y Alianza Lima, él también se juega una posibilida­d para 2018. Siempre bajo la sombra de Barovero, del desempeño en esta final dependerá su suerte para la próxima temporada.

En el fondo, Gonzalo Montiel se ubicara en el lateral derecho, confinando a Milton Casco a ser suplente. Más allá de que su habitual posición está en la zaga central, el pibe de González Catán brinda más garantías que el entrerrian­o. Con dos volantes externos de mucha llegada, no necesitará desprender­se tanto de la última línea. De cualquier modo, más punzante es el uruguayo Saracchi.

Y si la Copa es una obsesión en Núñez, qué decir para Tucumán. Es todo. Nunca antes se coronó a nivel oficial. El Decano jugó más que ningún otro equipo argentino. Llega a esta final con 48 partidos disputados y mucho hambre de gloria. ¿Tiene menos para perder que su ilustre rival? Es relativo. A River le sobran títulos, pero una derrota sería demasiado dura. Para Atlético, en cambio, representa­ría el broche de oro de un año inolvidabl­e en el que participó de la Libertador­es y la Sudamerica­na. ■

 ?? FOTOREPORT­ER ?? Profeta en su tierra. El mendocino Enzo Pérez posa para una selfie con hinchas. Será un estandarte de River luego del desgarro sufrido en la pierna derecha hace 13 días.
FOTOREPORT­ER Profeta en su tierra. El mendocino Enzo Pérez posa para una selfie con hinchas. Será un estandarte de River luego del desgarro sufrido en la pierna derecha hace 13 días.

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