“Por suerte el rival es River y se le da una trascendencia grande”
En 2011, con Belgrano, fue el verdugo de los Millonarios. “Nunca relaciono el pasado con el presente”, dice.
Son tiempos difíciles para los entrenadores que cruzaron la barrera de las cinco décadas. Los dirigentes, en su mayoría, miran la cédula de identidad antes que los antecedentes. Quieren gente joven, con llegada a los jugadores. Una cuestión generacional que en Europa no corre. Sólo basta con ver a Jupp Heynckes (72 años) al frente del Bayern Munich de Alemania. Al borde de los 60, Ricardo Zielinski está ante el partido más importante de su carrera. Otra vez contra River, como aquel del 26 de junio de 2011, cuando al frente de Belgrano ascendió a Primera y bajó al coloso de la banda roja.
-¿Este partido es más especial que aquel porque te da la posibilidad de ganar un título?
-En su momento, aquello fue lo mejor. Ahora, es otra circunstancia, otro entrenador, otros jugadores... Yo nunca relaciono el pasado con el presente. Para nosotros, como en aquel momento fue jugar con mucho respeto con Belgrano para subir a Primera, ahora tenemos la ilu- sión de ganarle a River. Queríamos clasificarnos a la Copa Libertadores y lo conseguimos. Ahora, llegamos hasta acá y queremos quedarnos con la Copa Argentina. No miro para atrás. Por suerte, el rival es River y se le da una trascendencia grande.
-River llega en el medio de una crisis futbolística. ¿Para Atlético Tucumán es mejor enfrentar a un rival golpeado?
-El que cree que River está mal, seguramente no va a pasar por un buen momento. En las finales, siempre respondió bien. A diferencia de lo que piensan todos, veo un River que está muy bien. Necesita ganar esta Copa Argentina. Así que tendremos que hacer un gran partido para ganarlo.
- Pero River está frágil defensivamente...
-En las finales, las cosas medianamente que pasaron no tienen incidencia. Prefiero que vengan bien y no mal. Porque cuando los jugadores importantes están heridos son muy peligrosos. Yo espero, sinceramente, un buen juego de River y mucho trabajo en el tema de la recuperación. Cuando Gallardo juega finales lo equilibra bastante el equipo. No mereció perder con Gimnasia, fueron dos contragolpes en los que quedó mal parado.
-¿Se ven con posibilidades o sería un batacazo?
-Yo creo que en el fútbol argentino todos los equipos son parejos y cualquiera está en condiciones de ganarle a cualquiera. Participaron cien equipos, llegaron dos a esta instancia. Siempre pienso que tengo la posibilidad de ganar. Después, podrán superarme, pero nunca gano o pierdo antes de jugar el partido. Será una buena medida para nosotros. Por la envergadura del rival y los jugadores de jerarquía que tiene.
- ¿Pero no es el partido más importante de tu carrera?
-Todos fueron muy importantes. Es mucho más para Atlético Tucumán. Yo le doy valor a los lugares en los que estuve. Esta es una realidad buena. Ojalá ganemos.
-¿Cómo se encara este partido con jugadores que no están acostumbrados a este tipo de finales? River sí sabe lo que significa disputarlas.
-Lo trabajé como cualquier otro partido. Yo soy un tipo tranquilo. El fútbol es así. Yo lo vivo de esa manera. No pensamos en River hasta el duelo con Colón. Lo que sí trato ahora es de que los futbolistas sepan que no alcanza sólo con jugar bien al fútbol, hay que dar un plus de concentración, intención de juego. Hay que tratar de ser importantes.
-Atlético Tucumán es el equipo que más partidos jugó en el año. Gallardo dijo que sus jugadores necesitaban vacaciones, ¿los tuyos en qué momento están?
-Terminó el campeonato y ya estábamos jugando con Oriente Petrolero en Bolivia. En el año, disputamos casi 50 partidos. Jugamos más que cualquier otro y no lloramos. Con Independiente jugamos después de 48 horas de descanso. Para ganar algo importante, tenés que atravesar momentos de esta magnitud. Contra Independiente pateamos dos penales y no chillamos. Tucumán queda lejos de Buenos Aires, es así. ■