Abusos y derrota de Trump
Roy Moore, denunciado por ocho mujeres, cayó en la elección al Senado ante el demócrata Doug Jones. El magnate verá reducida su estrecha mayoría en la cámara.
El candidato a senador por Alabama, denunciado por 8 mujeres, cayó en un bastión republicano.
El presidente estadounidense Donald Trump sufrió ayer un duro revés en Alabama, donde perdió su candidato a senador, el ultraconservador republicano Roy Moore, a quien el mandatario había apoyado efusivamente sin importarle que estaba acusado de abuso sexual por ocho mujeres.
El ganador por estrecho margen fue el demócrata Doug Jones, ex fiscal federal de 63 años, un defensor de los derechos civiles en un Estado muy conservador y epicentro de choques durante el movimiento por la igualdad racial en la década de 1960.
Jones, que tuvo a su favor el respaldo de la comunidad negra, obtuvo el 49,6 % de los votos contra un 48,8 % de Moore, una diferencia de más de 20.000 votos. Su triunfo es significativo con vistas al futuro, ya que hace un año Trump había ganado las presidenciales en Alabama por cerca de 28 puntos sobre Hillary Clinton. Supone además una nueva derrota electoral para el magnate (Ver Derrotas republicanas)
La derrota implica un duro traspié para el presidente, así como para los republicanos. Ahora el partido gobernante ve reducida su ya de por sí estrecha mayoría en la Cámara alta estadounidense, que queda 51 a 49. Esto, sin duda, condicionará la tarea legislativa de Trump en el futuro.
Hay que tener en cuenta que este estrecho margen ya impidió a Trump derogar Obamacare (la ley sanitaria de Barack Obama) y obligó a que el vicepresidente, Mike Pence, tuviese que acudir a la Cámara alta para deshacer empates en seis ocasiones.
También supone un bochorno para Trump, quien decidió respaldar a Moore pese a las inquietantes acusaciones de abuso sexual en su contra. Los supuestos abusos, que el republicano negó, habrían ocurrido en la década de 1970, cuando algunas de estas mujeres eran menores de edad y Moore ya transitaba la treintena.
A caballo de la estrategia diseñada en la Casa Blanca por Steve Bannon, Moore decidió seguir en la contienda en un momento en el que las acusaciones de abuso sexual sacudían Hollywood y el Congreso, terminando con la carrera de casi medio centenar de productores, congresistas, actores y periodistas.
Moore, ex juez, expresa lo más rancio de los republicanos, con posturas muy conservadoras. Sostiene, por ejemplo, que “la conducta homosexual debería ser ilegal”. Hace, además, una interpretación bíblica de la Constitución. Suponía que eso le daría el voto rural y de la comunidad evangélica de Alabama.
Aunque en un principio recibió el rechazo de los republicanos de tendencia moderada de Washington, que incluso amenazaron con expulsarle del Senado si llegaba a ganar las elecciones, Trump decidió igualmente apoyar a Moore. Si bien no pisó Alabama, el mandatario pidió activamente el voto por Moore a través de Twitter, con llamadas telefónicas (igual que hizo Obama para Jones) y en un acto político el pasado viernes en una ciudad de Florida fronteriza con ese estado sureño.
Trump, después de felicitar a Jones señalando que “una victoria es una victoria”, intentó hacer pasar la derrota como un fracaso personal de Moore. Argumentó que en las internas republicanas en Alabama había apoyado en un principio al rival de Moore, Luther Strange, porque estimaba que Moore no podía ganar los comicios. “Tenía razón”, escribió el mandatario en Twitter. “Roy trabajó duro”, pero tenía “malas cartas”, agregó. “Si la elección probó algo es que necesitamos contar con grandes candidatos republicanos para aumentar los delgadísimos márgenes tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado”, agregó. Pero no dijo nada del activo apoyo que le había dado desde la Casa Blanca.
Lo cierto es que el triunfo demócrata en Alabama es muy significativo, ya que hasta ahora ningún candidato de ese partido había logrado ganar en este distrito tradicionalmente republicano. La victoria hace revivir a los demócratas, que llevaron a cabo una intensa campaña con recorrido puerta a puerta. Ahora ya planean replicar la exitosa campaña en otros estados para dar batalla a Trump y los republicanos. ■