Cristina apeló el procesamiento por el pacto con Irán por la AMIA
Sus abogados habían dicho que no tomarían esa medida para apelar ante tribunales internacionales.
Cristina Kirchner apeló ante el juez Claudio Bonadio su procesamiento por traición a la Patria, encubrimiento agravado y estorbo de un acto funcional, que el magistrado le había impuesto por su participación en el pacto con Irán por la causa AMIA. Según el juez, el “Memorándum de entendi- miento” fue diseñado para beneficiar a los ciudadanos iraníes acusados de organizar el atentado de la mutual judía en 1994. Según la justicia, la ex presidenta y sus funcionarios diseñaron un “plan criminal” para “dotar de impunidad” a los iraníes responsabilizados del ataque.
En su presentación ante el juzgado, Cristina también apeló la prisión preventiva y el embargo de 50 millones de pesos que le trabó el juez. La defensa de la senadora, a cargo de Alejandro Rúa, también apeló el procesamiento del ex canciller Héctor Timerman -otro de los procesados en la causa- y el rechazo al pedido de excarcelación que había formulado.
Además, la defensa de Cristina y Timerman pidió el juicio político de Bonadio ante el Consejo de la Magistratura.
La semana pasada, Bonadio procesó a Cristina. Para el juez, la ex presidenta impartió las órdenes para beneficiar a los terroristas que causaron 85 muertos y más de 150 heridos en el peor ataque de la historia argentina. Por eso, la procesó en carácter de coautora por traición a la patria y encubrimiento agravado, la embargó por 50 millones de pesos, solicitó su prisión preventiva y le pidió al Congreso que le quite los fueros para poder detenerla.
“Se trata de un procesamiento arbitrario donde el juez se arroga el papel de desequilibrado legislador y no se siente limitado por el orden jurídico. Y en donde por lo demás se construye aviesamente una hipótesis acusatoria con el único fin de aplicar a nuestros asistidos la calificación legal más insólita. El caso de la imputación por traición a la patria, sobre el que se volverá, es el más grave ejemplo”, fue lo primero que planteó la ex Presidenta en su apelación.
Cristina -según el juez-, “impartía personalmente las instrucciones al resto de los imputados”, sobre todo a Timerman, y encabezó el diseño del Memorándum, que “favorecía a los acusados iraníes en desmedro de la justicia y las víctimas”, “encubriendo” al estado al que se le imputa “haber perpetrado dos actos de guerra (1992 y 1994) en el territorio de la República Argentina”.
Al respecto, la ex mandataria seña- ló en su apelación que es “falso que el memorando haya obstaculizado la actuación de la Justicia ni estorbado o impedido el ejercicio de ninguna función pública que persiguiera esos fines”.
Para refutar el planteo sobre que el pacto con Irán fue “el medio escogido para mejorar la situación de las personas señaladas por la justicia argentina como responsables del atentado a la sede de la AMIA”, la senadora indicó que el responsable de las relaciones externas de la Nación, “es el titular del Poder Ejecutivo y sólo éste, en forma directa o a través del Sr. Canciller, se encuentra facultado para requerir a un estado extranjero que cumpla con su deber en la lucha contra el flagelo del terrorismo”.
Así, Cristina planteó que el cuestionamiento de esa atribución “excede holgadamente las funciones propias de un juez” y que “ejercerlas implicaría una indebida intervención en el manejo de las relaciones internacionales de la República que por mandato constitucional son propias del poder ejecutivo”.
Como parte final de su escrito, la defensa de Cristina y Timerman, consideró que aplicar el delito de “traición a la patria” el juez cometió “prevaricato”. ■