Como en las viejas épocas de Copa, hubo piedrazos, peleas y hasta gas pimienta
Provocaciones de los hinchas de Flamengo, tensión en el hotel de los jugadores y caos en el Maracaná.
Fue una odisea la estadía en Río de Janeiro para muchos hinchas que llegaron sin entrada. Las quejas y la bronca dominaron los días previos. Ellos dicen que apenas 500 de las cuatro mil entradas que recibió Independiente de Flamengo fueron puestas a la venta fuera de los paquetes que incluían el viaje en avión, o el chárter de los jugadores, que manejaron las agencias. Y que fue imposible conseguir tickets por otra vía. Muchos, entonces, decidieron viajar igual, también, porque los pasajes tuvieron un precio apenas el Rojo se clasificó a la final (unos 600 dólares) y otro días después (más del doble).
Recién ayer, después de hacer guardia detrás de las vallas del Hilton Barra de Tijuca, al menos unos 300 hinchas que se habían anotado en una lista lograron conseguir su ubicación gracias al excedente que los dirigentes le sacaron a la Conmebol.
Pero también muchos se quedaron afuera y fueron muchos los que sufrieron, además de la angustia y la decepción, momentos de violencia. El más grave fue el martes a la noche, cuando un grupo de torcedores de Flamengo quiso copar la parada allí en el hotel donde estaba el plantel y los hinchas deseosos de una solución con el tema de las entradas. No había policías y los guardias de seguridad del Hilton quedaron descolocados. Hubo algunos golpes y sobre todo volaron objetos, entre ellos las vallas. Los guardias hicieron entrar a los hinchas al hotel, hasta que llegaron unos siete patrulleros, demasiado tarde. Los hinchas de Flamengo fueron en aumento y se pasaron toda la noche, hasta las cinco de la mañana, tirando fuegos artificiales recordando viejas tácticas coperas, para que el rival no durmiera. Un absurdo.
Esa misma noche, pero en Copacabana, también se produjo un cruce violento entre hinchas de los dos equipos, pero cuerpo a cuerpo.
Otro momento de confusión y vio- lencia se dio ayer al mediodía, cuando entraban y salían hinchas rojos del Hilton buscando entradas y a algunos huéspedes del hotel no los dejaban pasar los guardias. Se produjeron algunos forcejeos y un policía no tuvo mejor idea que lanzar gas pimienta en el mismo lobby del hotel. Hubo lágrimas, descomposturas y gente tosiendo por varios minutos.
Hasta pasadas las cinco de la tarde seguían entregando tickets en el hotel, una bendición para algunos hinchas, pero no para todos porque se calcula que Independiente trajo a Río de Janeiro unos ocho mil hinchas.
El ingreso al Maracaná fue igual de caótico. Aunque ahí los simpatizantes de Flamengo también sufrieron la represión policial. El micro que trasladó a Independiente fue agredido por los brasileños y terminó con vidrios rotos. Algo similar le sucedió a los ómnibus que despachó Flecha Bus de Argentina: fueron emboscados a 15 cuadras de la cancha y agredidos con piedras y botellas. Más: la previa del duelo fue flamígera y plena de incidentes. Y la situación de desbande absoluto quedó reflejada en las imágenes de las cámaras de televisión de los accesos al estadio: en diversos portones, los hinchas ingresaban en medio de un absoluto descontrol. Tierra de nadie.
A raíz de los graves incidentes, y luego de que Conmebol instara en su cuenta de Twitter a “vivir la fiesta del fútbol en paz y con respeto”, Independiente comunicó que realizó la denuncia y pidió que la Confederación Sudamericana de Fútbol tome medidas contra la institución brasileña. Por lo bajo, se habla de una sanción de por lo menos 5 partidos.
En el comunicado los dirigentes argentinos le formularon a la “Unidad Disciplinaria la siguiente denuncia y pedido de emisión de órdenes en relación a los incidentes sucedidos en la madrugada en las inmediaciones del hotel y en otros puntos de la ciudad”.
“Simpatizantes de Flamengo cometieron actos de violencia y agresión, con múltiples incidentes, contra nuestra delegación y contra nuestros simpatizantes. Estos incidentes, para nada aislados, se potenciaron por el deficiente accionar de la policía local”, criticó el club en la carta publicada en redes sociales. Por ese motivo, Independiente resaltó que “tanto la responsabilidad por la conducta de los simpatizantes como por el deficiente operativo de seguridad”. ■