Entre el anhelo y el lamento
El álbum que acaba que publicar el director argentino Facundo Agudin al frente de su orquesta francesa Musique des Lumières por el sello Ibs classical, Bach mirror (Espejo Bach), está concebido como una composición sobre la idea o la experiencia de la muerte. La selección reúne dos cantatas para voz solista de Bach; ambas anhelan el descanso eterno: Vergnüte Ruh, beliebte Seelenlust (Feliz reposo y amable deleite del alma) BWV 170, y Ich habe genug (He tenido suficiente) BWV 82, respectivamente interpretadas por la mezzo Anna Wall y el bajo-barítono Lisandro Abadie. El álbum se completa con dos piezas que no expresan la serena aceptación bachiana sino el dolor ante la muerte ya ocurrida: Déploration pour la mor- te de Johannes Ockeghem, de Josquin Des Prés, y Ye Sacred Muses, de William Byrd, quien llora la muerte de su maestro Thomas Tallis (“Tallis is dead, and Music dies”).
Agudin dispone el lamento de Des Prés antes de la Cantata BWV 170, y el lamento de Byrd antes de Ich habe genug. El director argentino se toma algunas libertades, como la supresión del texto de la composición de Des Prés, el maravilloso Nimphes des bois de Jean Molinet. La decisión de Agudin podría basarse en dos razones: por un lado, la ausencia del texto no disminuye la fuerza expresiva de la música ni el sentimiento del lamento; por el otro, la forma puramente instrumental parece el pórtico ideal de su “composición” en cuatro partes. En la voz de Anna Wall, la pieza de Byrd sí se oye íntegramente.
No son las únicas libertades que se toma Agudin, director no ortodoxo que combina con imaginación y eficacia tanto nociones como fuentes instrumentales antiguas y modernas. Tal vez sea la mejor manera de entender el espíritu barroco. Las notas de cuadernillo del propio Agudin y del historiador argentino Esteban Buch completan una gran entrega. ■