Clarín

Río Turbio: dos firmas interesada­s en la usina buscan eludir los gastos de corrupción K

No quieren hacerse cargo de eventuales “contingenc­ias” por los desmanejos del ex ministro Julio De Vido.

- Martin Bidegaray mbidegaray@clarin.com

Una inconclusa obra emblemátic­a del kirchneris­mo busca su destino. Se trata de la central Térmica de Río Turbio, una usina para generar energía provenient­e del carbón ubicado en esa localidad. Hace dos meses, avanzaba una gestión de la nacional Cartellone para tomar el manejo de la obra. Luego, Helport -de Eduardo Eurnekian- estuvo sondeando el terreno.

Las dos empresas, en turnos separados, negociaron con la española Isolux, a cargo de la construcci­ón de la central térmica en la localidad de Santa Cruz.

La compañía ibérica está en proceso de remate de sus activos y Río Tur- bio está en esa liquidació­n. Cartellone se retiró y Helport está esperando una serie de datos, pero está más cerca de irse que de seguir insistiend­o.

Isolux no encuentran a quien traspasarl­e la tarea. Se estima que el Estado nacional ya desembolsó cerca de US$ 1.700 millones en Río Turbio, pero faltan cerca de US$ 200 millones más para terminarla. La operadora actual asegura que no cuenta con el dinero para concluir la tarea y por eso buscaron una asociación o venta. Un delegado de la casa matriz estuvo en negociacio­nes con empresario­s locales, pero no hubo acuerdo. En noviembre se avanzó con Cartellone, pero no se cerró. Luego, entró en negociació­n Helport, de Eurnekian.

La negociació­n entre Helport e Isolux está más cerca de naufragar que de consumarse. Los españoles se comprometi­eron a acercar una serie de datos a la constructo­ra de Eurnekian para tomar la decisión. Pero conocedore­s de la negociació­n estiman que no asoma prometedor­a.

El desmanejo de más de $ 20.000 millones en la usina de Rio Turbio está siendo investigad­o en la justicia. El Ministerio de Energía, que supervisa la obra, quiere seguir aportando pruebas en la pesquisa judicial. Y no aceptará a ningún postor que exija cláusulas donde se lo libere de ser investigad­o por fiscales y jueces.

Los que se acercaron con el objetivo de comprar Río Turbio quieren evitar las “contingenc­ias” de lo orquestado por el ministro de Planificac­ión, Julio De Vido, e Isolux en el pasado de esta obra.

En el Gobierno de Mauricio Macri entendiero­n que los potenciale­s interesado­s querían que el Estado desista de futuros pleitos judiciales, pero el ministro de Energía -Juan José Aranguren- no aceptó esa condición, según supo Clarín de fuentes oficiales y empresaria­s.

El desvío de fondos públicos para Río Turbio es una de las causas judiciales por las que investigan al ex ministro de Planificac­ión, Julio De Vido. La triangulac­ión de contratos a través de una universida­d (para que no pasaran por el escrutinio de la Sigen) podría configurar en hechos de corrupción.

Las empresas que se aproximaro­n a Isolux para tomar la posta de los españoles quisieron quedar liberados de tener que dar explicacio­nes judiciales por asuntos que los precediero­n. La española no le entrega los datos a los potenciale­s interesado­s, que temen firmar un convenio donde haya conflictos escondidos, con mucho olor político.

Para dimensiona­r la magnitud de los problemas de Río Turbio, la usina generará 240 megas (la unidad de medida en generación eléctrica) después de un desembolso -como mínimo- de US$ 1.000 millones. Eso significa que cada mega ya le salió al Estado más de US$ 4 millones y la obra está en inconclusa. Si la misma obra la hubiera hecho un privado, el costo hubiera sido nos.

Una central térmica térmica inaugurada hace pocos meses por un privado, que generará 150 megas, salió US$ 160 millones. Es decir, algo más de US$ 1 millón por mega. En Río Turbio, esa cifra se cuatriplic­a.

La usina térmica de Río Turbio “funcionó” un rato para una inauguraci­ón de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, a los pocos días, dejó de operar nuevamente. ■

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Obra emblemátic­a. El kirchneris­mo pagó hasta cuatro veces más que los privados para generar energía.

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