“El pesebre de Jesús y los Reyes Magos, símbolos de estas Fiestas”
Para las generaciones ya mayores, lo que enmarca y brinda verdadero relieve en estas Fiestas, en particular la Nochebuena y Navidad que ya están otra vez entre nosotros, como cada año, es la imagen del nacimiento en el pesebre: la llegada del “Niño Jesús”. Días más tarde, será el turno de ansiosos regalos que vendrán de la mano de los “Reyes Magos”, montados en sus célebre camellos. Inolvidable 6 de enero.
Sin embargo, para alguna gente estos acontecimientos parecen habérseles traspapelado, generando una especie de analogía, cuya dicotomía no han podido disociar, convirtiéndolo en una simbiosis de carácter paganoclerical. Por lo tanto, convendría separar las raíces, los principios y los conceptos de ambas fechas “festivas”. Es que todo en la vida, con el correr del tiempo, se modifica, se transforma; cambia su hábitat permanente.
aun así, hay cosas que llaman la atención. Una de ellas es una pregunta que cada año en esta fecha nos sacude la mente: ¿quién es, de dónde salió, qué se trae la figura de Papá Noél, Santa Claus, o simplemente San Nicolás? Apenas empieza a asomar en el horizonte los comienzos de diciembre, este simpático gigantón aparece ante nosotros restableciéndose de entre sus cenizas, como el Ave Fénix. Y nuestra calle se revisten con la figura de ese ícono pagano, proponiéndonos llenar su inagotable bota.
Su marcada y voluminosa redondez, su barba tapizada de blanco, su bonete y toda su imagen en general son algo sin par. Montado sobre su trineo tirado por sendos renos, va surcando elevadas cumbres nevadas, para así introducirse en nuestros hogares como un fantástico despropósito, llenando nuestras chimeneas de obsequios y regalos pomposos. En un paisaje netamente equivocado para los argentinos.
Si lo pensamos, este personaje llegado desde el Norte no representa para nada nuestro espíritu costumbrista, poético, ni religioso. Todo sabe a una gran fábula comercial, digna de otros tiempos, cuando Harrods y Gath & Chaves, impusieron en su trono su obesa imagen. Una creación de los fabricantes de Coca-Cola. Es sólo un fenómeno impulsado por el propio poderío consumista, que hoy se convirtió en gran símbolo del negocio.