Aplicarán un software para combatir el abandono escolar
La diseñó el Ministerio de Educación y empezará a aplicarse en marzo en 220 escuelas del Conurbano. Ante el alerta por faltas injustificadas, intervendrá un grupo de especialistas.
Comenzará a utilizarse en marzo en 220 escuelas del Conurbano, el lugar con los índices de deserción más altos. Es un software que puede usarse en cualquier dispositivo y emite un alerta cada vez que un estudiante falta tres veces en una semana, sin justificación. Una vez detectado, las autoridades educativas dispara- rán un procedimiento para evitar que esas faltas deriven en abandono escolar. Una asistente social buscará al chico en la casa para ver los motivos de la inasistencia. Según la gravedad del problema podrán intervenir distintas instituciones. Habrá un tablero de control para el seguimiento de cada caso.
Que el abandono es uno de los grandes desafíos de la escuela secundaria ya es sabido. La Argentina es hoy uno de los países que más sufren la deserción escolar. Las últimas cifras disponibles indican que aquí apenas el 45% de los chicos termina la secundaria en tiempo y en forma; la otra mitad abandona o repite de año durante su paso por la secundaria, especialmente en los primeros dos años. Mil chicos por día deja la secundaria en la Argentina.
Gobiernos provinciales y municipales han probado con distintas fórmulas para atraer a los adolescentes a las aulas, pero lo último viene de la mano de la tecnología: ahora, con una aplicación detectarán a los alumnos que están faltando y luego, con esa información y la ayuda de un grupo de especialistas , saldrán a buscarlos a sus casas.
El software fue desarrollado por técnicos del Ministerio de Educación nacional y empezará a aplicarse en marzo en 220 escuelas del Conurbano, donde se registra mayores índices de deserción en la escuela secundaria, de acuerdo a los registros oficiales. La aplicación será usada por los preceptores de las escuelas y funciona en cualquier tipo de dispositivo (móviles o una PC de escritorio), estará conectada a Internet y emitirá un alerta cada vez que un estudiante falte tres veces en una semana sin justificación.
Ese señal de alerta llegará al director de la escuela y a las autoridades y disparará un procedimiento tendiente a evitar que esas faltas sean el primer paso del abandono escolar. Cuando se dispare, un asistente social buscará al chico en la casa para ver los motivos de la falta. Visitará a la familia y determinará si el problema es pedagógico o más complejo.
Si el problema es académico, intervendrá un psicopedagogo para acompañar la trayectoria educativa de ese chico. En cambio, si el problemas es “complejo” ( violencia familiar, traba- jo infantil, drogadicción, entre otros) convocarán a otras instituciones para que intervengan: Sedronar, Anses, Consejo del Niño, Niña y Adolescente, u otros, según corresponda a la problemática.
Habrá un “tablero de control” para seguir cada caso. “Empezaremos trabajando en primero y segundo año de la secundaria, donde se produce el mayor número de deserciones en la secundaria. Este es un plan piloto de acá al 2019”, explicó a Clarín Manuel Vidal, subsecretario de Enlace y Cooperación intersectorial e institucional del Ministerio de Educación.
El programa se llama “Asistiré” y comenzará a funcionar el 5 de marzo (cuando empiezan las clases en Provincia), en las 220 escuelas piloto del Conurbano, ubicadas en 43 municipios.
Los especialistas consultados por Clarín apoyan el programa, porque consideran que el problema es urgente. Sin embargo, ponen el acento en “el día después”, luego de “recuperar” a los chicos. “¿Qué tiene preparado la escuela para volver a retenerlos?”, se preguntan.
“Hoy mil chicos abandonan la escuela por día. Por eso es indispensable un dispositivo de seguimiento y búsqueda de los chicos que abandonan, de detección temprana de problemas que puedan terminar en el abandono. Pero hacerlo en un piloto de 220 escuelas puede resultar irrelevante por la magnitud del problema”, dice Claudia Romero, directora del área de Educación de la Universidad Torcuato Di Tella.
Y agrega: “La cuestión también es a qué escuela vuelven estos chicos. Si vuelven al mismo esquema escolar que dejaron, que abandonaron, nada de esto tiene sentido. Se requiere po- líticas de apoyo a la escolaridad. Es indispensable que la escuela incluya diversos formatos y alternativas de evaluación que sean capaces de generar interés y el sentido de la escuela para los chicos”.
Para Axel Rivas, director de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, “es un paso adelante que haya un programa para prevenir el abandono escolar, que es una problemática aguda en el Conurbano”.
“Hay tres dimensiones a observar: la detección, la búsqueda de la retención pero, lo más importante, es tener también un replanteo más pedagógico, que activen dispositivos de enseñanza distintos a los tradicionales que puedan albergar a todos los alumnos, trabajar en la diversidad, y que busque involucrar a los alumnos, hacerlos protagonistas, hacerlos sentir que la escuela es su lugar”, dice
“Esas tres dimensiones tienen que ser pensadas en conjunto para que no sea una cuestión simplemente de traer a los chicos a un proyecto escolar que no termina de albergarlos. La dimensión pedagógica es la más compleja, la que lleva más tiempo y más políticas involucra”, agrega.
La estrategia “uno a uno”, de ir a buscar a los chicos que faltan, ya se viene aplicando en algunos distritos. como en la provincia de Santa Fe a través del plan “Vuelvo a Estudiar”; o en la Capital, mediante de llamados telefónicos a los padres de los alumnos que completaron la primaria pero al año siguiente no se anotaron en la secundaria (ver La estrategia...).
El software de Asistiré fue diseñado por técnicos del Ministerio de Educación nacional y presentado en la última reunión del Consejo Federal de Educación, a donde asisten los ministros de educación de todos los distritos. Cualquiera puede usarlo, pero por ahora solo mostró un interés concreto la provincia de Buenos Aires, dicen los funcionarios.
La Rioja y Santiago del Estero podrían ser las próximas provincias en utilizarlo. Para aquellas escuelas que no tengan conectividad, se prevé entregar una conexión 3G portátil. ■
Un asistente social irá a la casa y verá si el problema es pedagógico o más complejo.