Israel llamará “Donald Trump” a una estación de tren en Jerusalén
Israel dará el nombre “Donald Trump” a la estación de trenes que planea construir cerca del Muro de los Lamentos, lugar sagrado del judaísmo situado en la anexada Jerusalén Este, indicó el ministerio de Transportes.
El ministro, Israel Katz, decidió el martes adoptar las recomendaciones de un comité que estipula extender hasta el barrio judío de la Ciudad Vie- ja la futura línea de tren bala entre Tel Aviv y Jerusalén, y construir una estación a unas decenas de metros del Muro de los Lamentos, indicó el ministerio en un comunicado.
Esa estación se llamará “Donald John Trump”, decidió el ministro, “debido a su decisión histórica y valiente de reconocer a Jerusalén como capital del Estado de Israel y su contribución a reforzar el estatuto de Jerusalén como capital del pueblo judío y del Estado de Israel”.
Trump decidió a principios de diciembre romper con una posición de hace décadas de la diplomacia estadounidense e internacional, reconociendo a Jerusalén como capital de Israel.
Esta decisión provocó un amplio rechazo internacional y encendió protestas en las que murieron doce palestinos. Casi toda la clase política israelí saludó una decisión que fue calificada como “histórica”.
Los palestinos reivindican a Jeru- salén Este, ocupada y anexada por Israel, como la capital del Estado al que aspiran. Israel proclama toda Jerusalén como su capital indivisible. Lerusalén Este fue capturado por Israel en la Guerra de los Seis Días, en 1967, y anexionado más tarde.
Para la ONU, el estatuto de la ciudad debe solucionarse con negociaciones entre israelíes y palestinos.
El Muro de los Lamentos está situado en el barrio judío de la Ciudad Vieja, justo debajo de la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar sagrado del Islam y que también es uno de los lugares más sacros para los judíos, que la llaman Monte del Templo.
La nueva línea de tren unirá estas dos ciudades en menos de media hora en 2018. Se estima el costo de la línea de 56 km, que tendrá estaciones en Modin y en el aeropuerto Ben Gurion, en unos 7.000 millones de sé- queles (2.000 millones de dólares), según el ministerio.
Pese a la probable oposición al proyecto, el portavoz del ministerio de Transporte, Avner Ovadia, dijo que esperaba que los planes se aprobaran el año que viene salvo grandes complicaciones. Está previsto que la línea de alta velocidad entre Tel Aviv y Jerusalén se inaugure la próxima primavera.
“No hay motivo para que no se construya este tren”, dijo. “Ya sabemos cómo lidiar con una oposición no menos difícil”, agregó.
El ministro Katz ha propuesto otros proyectos ambiciosos de infraestructura, como una isla artificial ante la costa de la Franja de Gaza que serviría como puerto marítimo y aéreo para el territorio palestino y un tren que conecte Israel con Arabia Saudita. ■