Debemos decidir en función de lo que al club le conviene
Entiendo y comparto que jugar la Liga Nacional sin limitación de fichas extranjeras no es el ideal de competencia en términos de desarrollo del jugador nacional, así como tampoco en cuanto a la identidad de nuestro básquetbol. Sin embargo, paralelamente creo que las reglas se establecen para cumplirse.
Dicho eso, una vez que se fijó una norma no se debe volver atrás o, mejor dicho, no se debería volver atrás, al menos durante el desarrollo de la Liga. Creo que jugadores, dirigentes, árbitros y entrenadores formamos parte de esta competencia y estos puntos reglamentarios deberían ser analizados por todas las partes, de forma previa al comienzo de La liga, para llegar a una conclusión. Hasta entonces, habrá que jugar con las reglas que hoy están establecidas.
Mi posición es que en una competencia con 20 equipos, el número de extranjeros debería ser de un tope de tres. Sin embargo, y más allá de lo que yo crea, una vez definida la regla que permite utilizar extranjeros ilimitados, considero que los entrenadores debemos decidir en función de lo que a la institución le conviene y debemos armar el equipo de la mejor manera posible.
Cada equipo de cuerpo técnico y dirigentes decidirá de forma única en cuanto a la situación económica particular y a las opciones del mercado que se presenten en los momentos determinados.
En nuestro caso, en Atenas jugamos hoy por hoy con cuatro extranjeros porque la regla lo avala, pero también porque consideramos que tenemos extranjeros que nos garantizan un nivel alto de compromiso y al mismo tiempo un rendimiento que nos permite confiar en ellos.