Créditos UVA: cómo impactarán los cambios en las metas de inflación
Las cuotas aumentan a la par de la marcha de los precios y podrían subir. Este año se ajustaron 22,5%.
Además de afectar el bolsillo en el día a día, la inflación también tiene en vilo a quienes tomaron un crédito hipotecario UVA, es decir, atado a la marcha de los precios, que ya suman unas 80.000 familias este año.
El que sacó un crédito cuando el Gobierno dijo que la inflación iba a ser de 5% en 2019, este jueves escuchó al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, asegurar que ese valor recién se alcanzará un año después, en 2020. Y que la previsión de 10% para este año, en realidad será de 15%.
La UVA (unidad de valor adquisitivo) pasó de $ 17,26 a fin de 2016 a $ 21,15 hoy. Es decir que la cuota de una persona que tomó un préstamo el 30 de diciembre pasado le aumentó 22,5%.
Así un crédito por $ 1,5 millones (US$ 77.000 al cambio del jueves) a 30 años con una tasa de 5,5% (como la del Banco Nación) que tiene hoy una cuota inicial de $ 8.634, con el 15% de inflación se iría a $ 9.930. Otro por $ 1 millón (US$ 51.400) a 20 años con la misma tasa tiene una cuota inicial de $ 6.973 y subiría a $ 8.020.
Por un lado, algunos analistas creen que si Federico Sturzenegger, el titular del Banco Central, relaja la política monetaria y baja la tasa (hoy de 28,75%) porque ese valor era para una meta de 10% y ahora es de 15%, “muy probablemente suban las expectativas de inflación, como así también la inflación real”, sostiene Christian Buteler, analista financiero.
Por otro lado, hay quienes creen que el anuncio de hoy simplemente ajusta las estimaciones oficiales a la realidad y que el valor de las cuotas de los préstamos aumentará como iba a aumentar, más allá de las metas. Y que el número que le debería importar al tenedor del crédito es el de los aumentos salariales y cómo las paritarias acompañan o no el alza de precios (y de la cuota).
“Acá no importa de cuánto sea la inflación. Lo único que interesa al tomador del préstamo es que su sueldo siga a la inflación, es la única variable que hay que mirar en realidad”, sostiene Germán Gómez Picasso, de Reporte Inmobiliario. “Si explotó el sistema con la actual inflación, cómo será cuando sea del 15 o 12%; habrá mucha más demanda”.
Para el consultor, todo está dado para que el crédito hipotecario siga creciendo en los próximos años. “Hay una demanda contenida infinita, más allá de que que puede haber gente que diga ahora ‘no sé si entro’. Ya hoy 30% de las escrituras se hacen con crédito, son cifras que no se veían hace dos décadas. Si me dijeran que la inflación se va a ir de 25 a 40% ahí sí lo vería con preocupación, pero acá se está hablando de una baja”, agregó.
A diferencia de Buteler, Federico Rouco, economista de la Jefatura de Gabinete, no cree que el aumento de las metas se traduzca en un incremento de la inflación. “Es ajustarse a la realidad. Nadie creía que la inflación sería 5% en 2019”. Y recuerda que muchos de los tomadores de créditos son inquilinos, a los que también le aumentaría 15% el alquiler.
Rouco llama, como Gómez Picasso, a salir de la nominalidad. “Puede ser que los UVA aumenten en términos nominales, y que la persona sienta que paga más, pero son pesos que valen menos. Hay que sacar a la gente de la nominalidad. No hay que pensar en pesos, sino comparar con la suba salarial”. Para el funcionario, una mayor cantidad de gente con créditos atados a la inflación generará una mayor conciencia contra la suba de precios. “En este país la gente tiene más miedo al desempleo que a la inflación, en otros es al revés”, señala.
Para Federico Furiase, del Estudio Bein & Asociados, el cambio en las metas de inflación puede complicar la cuota del crédito en el corto plazo, pero en el largo asegura sustentabilidad al proceso de desinflación. “Vamos a un proceso de desinflación algo más lento, con un tipo de cambio real más competitivo, y con una tasa de interés real más baja”. ■