Vuelve a dilatarse el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur
Iba a ser anunciado en Buenos Aires este mes. Europa pidió más tiempo y aún no hay fecha para otra reunión.
Según consignó ayer el diario español El País, el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur se sigue dilatando. Las negociaciones se aceleraron en la cumbre ministerial de la OMC (Organización Mundial de Comercio) en Buenos Aires a principios de este mes, pero luego Bruselas pidió más tiempo y una nueva fecha. Ahora volvería a postergarse.
De acuerdo con fuentes de Bruselas citadas por El País, se había fijado el 31 de diciembre como fecha límite para sellar los acuerdos con Japón, México y Mercosur. El primero se ha logrado. El segundo se cerrará probablemente en los próximos meses. El tercero tiene un futuro mucho más incierto.
Mercosur reúne todas las condiciones para comerciar sin trabas con Europa. Sus 260 millones de consumidores (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) convierten a este bloque en el quinto mercado más grande del mundo, según datos de la Comisión Europea.
Para el Mercosur este tratado significa acceder a un mercado de alto poder adquisitivo. Yrecibir inversiones. Los vínculos culturales son estrechos y el Mercosur nunca ha suscrito un acuerdo comercial con otro socio. Inaugurar esos intercambios favorables otorgaría una enorme ventaja a las empresas de la UE, pero igual no avanza un acuerdo que comenzó a negociarse hace 20 años con interrupciones.
Los negociadores argentinos se habían entusiasmado con avances que alcanzaban a casi el 90% de las posiciones arancelarias y dejaban afuera al 10% de las áreas más sensibles.
“Hemos avanzado, pero aún tenemos que hacer inventario. Vemos el final de este proceso”, lanzó, la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström en Buenos Aires.
Por lo que trascendió siguen las discrepancias son en torno a los productos agropecuarios que el Mercsour podría exportar a Europa. Chocan con la resistencia de Francia e Irlanda. A su vez, desde el Mercosur resisten el ingreso de la industria de servicios y la farmaceútica. Y temen abrir la competencia en las compras gubernamentales.
El apuro por conseguir el acuerdo era por las elecciones que arrancan en 2018 en Brasil que frenarían cualquier compromiso. Lo cierto es que por ahora no hay establecida ninguna nueva reunión.
En cambio, de acuerdo con El País, el acuerdo entre Bruselas y México sí parece al alcance de la mano. Ese nuevo pacto comercial con la Unión Europea serviría a México para mandar un mensaje nítido a la Administración Trump: que uno de los tres grandes bloques económicos del mundo sí está dispuesto a profundizar en acuerdos modernos y en incrementar los lazos comerciales con países emergentes. ■