Baja del impuesto a los autos: cinco claves para tomar una decisión
Se aplicaba a partir de los $ 520.000 y era de 10%. Los modelos bajan de precio aunque no en la misma proporción.
La eliminación de una franja del impuesto interno que regía para los autos a partir de los 520.000 pesos y penalizaba con un 10% su precio va a generar una serie de ofertas que comenzarán a verse esta misma semana: son 150 modelos y versiones que desde hoy le cuestan al fabricante, o al importador, casi un 10% menos. ¿ Eso se va a reflejar de manera automática en el precio?
Las respuestas comenzarán a saberse desde esta semana en las concesionarias. Seguramente la mayor parte de esos 150 modelos bajarán de precio, pero no necesariamente en la misma proporción: es probable que haya diferencias notorias entre el modelo que uno elige y el que se exhibe en la concesionaria de al lado, por más que a los dos los haya alcanzado la misma rebaja del impuesto. Y también dependerá cómo tamicen las marcas la suba del dólar de fin de año. Aquí lo que hay que saber:
1. ¿Qué modelos están alcanzados por la baja del impuesto?
Aquellos que tienen un precio mayorista superior a 380.000 pesos, hasta 800.000 pesos. Eso era lo que establecía el impuesto eliminado. Pero no era el precio al público: había que agregarle el margen de la concesionaria y el IVA. El resultado era que pagaban un impuesto extra los vehículos de entre $ 550.000 y $1.100.00.
2. ¿Cuánto era el aumento?
Un auto encarecido por el impuesto del 10% subía casi 11%, ya que no sólo se aplicaba el 10% sobre el precio mayorista sino también sobre el margen del vendedor. De modo que muchos modelos avanzaban automáticamente varios casilleros adelante en materia de precios, sólo por la aplicación del impuesto. A la vez, para que ese modelo no quedara “fuera del mercado” (a un precio tan inaccesible que a nadie se le ocurriera comprarlo), no pocos importadores y concesionarias optaron por “cambiar la plata”: les restaban la mayor parte de su margen comercial y lo vendían con una suba efectiva de entre 5% y 8%. Lo hacían para beneficiar a su propio negocio: al vender más volumen, alcanzaban el incentivo por cantidad de unidades vendidas.
3. ¿Cuánto deberían bajar ahora? Así como la suba real no fue del 11% en muchos casos, lo más probable es que la baja promedio se acerque al 7%. Hasta la semana pasada, varias marcas venían aplicando ese descuento por anticipado, para no perder ventas. Pero ahora se lanza otro tipo de carrera: si el importador está “limpio” de unidades viejas (las que sí pagaron el impuesto) es probable que tenga una postura más agresiva a la hora de aplicar el descuento. Ahí entra a tallar el mercado: en la Argentina hay disponibles casi 900 modelos y versiones, un nivel de competencia interna pocas veces visto.
4. ¿Hay autos que subirán de precio?
Sólo en teoría. La mayor parte de los modelos de fabricación local que llegaban a la franja de los $ 500.000 tuvieron su precio “pisado” por las terminales. Como se sabe, las 12 automotrices con fábrica en la Argentina son a su vez las principales importadoras de autos, especialmente des- de su otra fábrica ubicada en Brasil. Pero mientras que esos modelos llegan con un precio ya establecido, los modelos fabricados en la Argentina resultan más maleables en materia de precio. Eso dio como resultado que muchos medianos nacionales como los Peugeot 308 y 408, los Citroën C4 Lounge, los Ford Focus, las Honda HRV (excepto la tope de gama, alcanzada por el impuesto), los Chevrolet Cruze y los Renault Fluence fueron frenando a medida que su precio de lista se acercaba a los 520.000 pesos. ¿Eso quiere decir que ahora van a aumentar? Lo más probable, en varias de esas marcas, es que eso no ocurra.
5. ¿Y si algún modelo que “debería” bajar no lo hace?
No hay que descartarlo. Para empezar, el dólar está más caro que hace una semana. Y, además, nadie está obligado a bajar de precio: eso lo determina la competencia. No hay que descartar que algún modelo con poca competencia mantenga su precio pese a que ya no paga impuestos internos. Eso también podría ocurrir, de manera temporal, con aquellas importadoras y/o concesionarias que aún tienen en el depósito autos que ya habían pagado el impuesto. ■