Desactivan dos bombas caseras frente al Departamento de Policía
Expertos de la brigada antiexplosivos ya la desactivó y las hizo detonar. El PO negó haber sido el autor.
Las descubrió un bombero, debajo de un carro de asalto en Virrey Cevallos y Belgrano. Intervino la brigada antiexplosivos. El PO negó toda vinculación, después de que se encontrara un panfleto alusivo.
Dos artefactos explosivos caseros fueron hallados ayer frente al Departamento Central de la Policía Federal Argentina, en la intersección de la avenida Belgrano y Virrey Cevallos, en el barrio porteño de Monserrat.
Según informó la Policía de la Ciu- dad, cerca de las 17.30, un bombero de civil tomó servicio por Cevallos cuando sintió olor a pólvora y pudo notar que debajo de un carro de asalto había dos paquetes sospechosos, por lo que dio aviso.
Inmediatamente, efectivos de la Brigada de Explosivos de la PFA pusieron en marcha el protocolo previsto para estos casos e hicieron detonar los artefactos.
Al hablar a la prensa desde el lugar, el jefe de la Policía Federal, comisario general Néstor Roncaglia, detalló que los paquetes estaban compuestos por “tubos de gas butano, otro de papel con pólvora, un timer y una batería de 9 voltios”.
“Es de elaboración casera. Posiblemente hubo una falla por lo que no logró explotar y el humo permitió detectarlo”, precisó el jefe policial.
Roncaglia, quien estuvo acompañado por el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, también adelantó que se están analizando las cámaras de seguridad de la zona y que ya se detectó “a una persona colocando los explosivos a cara descubierta”.
Por el momento, el sospechoso no fue identificado.
El jefe de la fuerza de seguridad informó que se encontró un panfleto con la firma del Partido Obrero en el que se pide "libertad a los argentinos presos en Congreso o los ataques seguirán". El mensaje hace referencia a los siete detenidos por los incidentes durante el debate de la reforma previsional en la Cámara de Diputados, en diciembre pasado. Entre ellos el militante del PO y karateca, César Arakaki, quien golpeó a un policía caído con palos durante los indicentes por la reforma previsional. Ayer el PO y otras agrupaciones de izquierda cortaron la avenida Corrientes a la altura de Callao para reclamar por la libertad de “los presos políticos”.
De todos modos, Roncaglia remarcó que "no estamos acusando a nadie del Partido Obrero. Es más, me llama la atención que en una amenaza así dejen la firma del autor".
"Lo más importante es descubrir quién fue el verdadero autor", destacó Burzaco en la conferencia de prensa..
Desde el Partido Obrero negaron cualquier relación con los explosivos. “Es una patraña. Nuestra trayectoria es impecable. En 50 años de historia nunca hemos recurrido a estos métodos”, le señaló Jorge Altamira a Clarín.
El dirigente de izquierda recordó que “con otros gobiernos nos pasó lo mismo”. “En 2008, Aníbal Fernández nos acusó de incendiar trenes”, remarcó.
Sin embargo, Altamira evitó especular sobre quiénes estarían detrás de esta maniobra para involucrar al PO en el frustrado ataque al Departamento Central de la PFA. “Nos saca del foco de nuestra lucha, que es el rechazo a la criminalización de la protesta y el reclamo de libertad de los detenidos por movilizarse al Congreso”, sostuvo.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, advirtió que “los responsables de atentar contra las instituciones pagarán por sus actos”. “La violencia política es un camino que la ciudadanía repudia, contrario a una Argentina con diálogo y respeto”, escribió la funcionaria en su cuenta de Twitter.
La causa por el hecho quedó a cargo del Juzgado Federal 12, a cargo de Sergio Torres, mientras que la División Investigaciones de Amenazas e Intimidaciones Públicas de la Policía Federal abrió un expediente. Torres es el mismo juez que detuvo a Arakaki y ordenó la captura de otro dirigente del PO. Mientras el militante del “mortero casero”, seguía hasta ayer prófugo de la Justicia. ■