El gobierno de Vidal analiza la intervención del sindicato
Sin demasiado ruido, el Ministerio de Trabajo bonaerense evalúa su eventual competencia en la intervención del Sindicato Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME), en virtual acefalía de conducción por el apresamiento de su secretario general, Marcelo Balcedo (54). La medida será dispuesta- según la explicación oficial- cuando se notifique sobre la situación procesal del gremialista investigado por lavado de dinero. La decisión judicial conocida ayer, acerca del embargo de las cuentas del SOEME -junto a las personales de Balcedo y el resto de los detenidos- reforzaría esa presunción.
El otro punto concurrente a la intervención es la presunta extracción ilegal de 53.000 millones de pesos, pertenecientes a la organización sindical, para destinarlos a la cuenta de Emprendimientos Publicitarios Bonaerenses SA, cuya propiedad se atribuye a Paola Fiegel, esposa de Balcedo, también arrestada en Uruguay. La Justicia considera que es un vaciamiento de los recursos del SOEME en beneficio del patrimonio de la familia Balcedo. De esta manera, la posible llegada de un interventor sería “para preservar los bienes de la entidad”, como admiten en la administración provincial.
Hasta el momento, las autoridades electas del gremio continúan en funciones. La secretaría adjunta es representada por Susana Mariño y es la máxima jerarquía en la comisión directiva. La secretaria fue candidata a diputada de Unidad Ciudadana en las legislativas de octubre ( ver pág 6).
La decisión interventora tiene un antecedente inmediato, en la UOCRA La Plata, después del encarcelamiento de Juan Pablo “Pata” Medina, y en el SOMU, cuando Omar “Caballo” Suárez fue apresado. La mecánica fue distinta en ambos casos. Con Suárez intervinó el gobierno de Mauricio Macri, a través de la designación de Gladys González, en 2017 candidata a senadora provincial de la lista Cambiemos. En este caso, porque la autoridad máxima del gremio era, precísamente, el detenido. No había una instancia gremial superior. Pero con Medina la cuestión era diferente: por tratarse de una unión federativa, la seccional La Plata está sujeta al arbitrio de la UOCRA nacional que conduce Gerardo Martínez, quien intervino la delegación platense. ■