Arranca el Dakar, la gran aventura que se adueñó de Sudamérica
El rally raid terminará el 20 en Córdoba. Atravesará caminos -y peligros- de Perú, Bolivia y Argentina.
El rally Dakar celebrará en 2018 su 40ª edición, la 10ª que se disputará en Sudamérica donde la competencia so- bre ruedas más peligrosa del planeta no tiene intención de marcharse, ya sea por su variada geografía, el apoyo de los gobiernos y una estabilidad política completamente diferente a la que la obligó a salir de Africa, su escenario original, por las amenazas terroristas.
En ese sentido Argentina es el único país que estuvo presente en las anteriores nueve ediciones sudamericanas ya sea como punto de partida o de llegada del rally (o incluso de ambas, como ocurrió en seis ocasiones); y lo volverá a estar este año. Detrás lo sigue Bolivia con cinco participacio- nes mientras Perú lo albergará en tres oportunidades (2012, 2013 y 2018) .
Para esta edición aniversario no sorprendió que la organización haya diagramado una competencia que vincule a Lima, La Paz y Córdoba. Justamente esos tres escenarios hacen que la prueba tenga la esencia de su original aventura africana, unido a los climas más extremos de la región y a la cercanía con las multitudes de los fanáticos.
Los casi 9 mil kilómetros que recorrerán las máquinas para llegar a la meta estarán divididos en 14 etapas; 4.500 kilómetros serán cronometra- dos y esos tiempos determinarán las clasificaciones.
En Perú habrá cinco etapas íntegramente de dunas altas y de arena fina muy similares a las que se pueden encontrar en el desierto de Sahara mientras la altura y el frío del altiplano boliviano, con sus tres etapas, le aportarán a la carrera otro grado mayor de dificultad para los corredores.
Una vez en Argentina, cuya dureza y dificultad de sus terrenos está probada por los pilotos del Dakar, la competencia culminará en Córdoba, una sede en la que el rally se vive con una pasión similar a la que genera el fútbol por estas latitudes.
En su transcurso los pilotos tendrán que afrontar la atractiva etapa “maratón” que se caracteriza porque los vehículos no pueden recibir asistencia durante la noche; por lo que de tener que realizar alguna reparación en las máquinas, deberán ser los mismos protagonistas los encargados de hacerla. La medida regirá para todos entre La Paz y Tupiza (etapas 7 y 8) y, además -sólo para las motos y quads, habrá otra de ese estilo entre Salta y Chilecito (etapas 10 y 11).
Sin embargo, el paso del Dakar por Sudamérica no está exento de polémicas. En Perú, por ejemplo, la competencia levantó fuertes críticas porque fue dañado un geoglifo (dibujo en la tierra) prehispánico cercano a las famosas Líneas de Nazca, aparentemente, por un vehículo de espectadores.
Se inscribieron 523 competidores de 54 países y habrá 335 vehículos que se dividen en 103 autos y sxs, 139 motos, 49 cuatriciclos y 44 camiones.
Peugeot cuenta en sus filas con los principales aspirantes al título en autos, con el ganador 2017 y máximo triunfador de la prueba, el francés Stéphane Peterhansel, sus compatriotas Sebastien Loeb y Cyril Despress y el español Carlos Sainz; es un verdadero “dream team”. Además de ellos aparecen como favoritos el ganador en 2011 y 2015, el qatarí Nasser Al-Attiyah (Toyota), y el español Nani Roma ( Mini), vencedor en 2014; mientras, el rendidor sudafricano Giniel de Villiers (Toyota) apostará a quedarse con su primera corona.
En motos, KTM buscará revalidar el 1-2-3 que obtuvo el año pasado con el ganador de ese Dakar, el inglés Sam Sunderland, como principal candidato, quien será acompañado por el austríaco Matthias Walkner (subcampeón) y el español Gerard Farrés Guell, tercero en 2017.
En la previa se pueden consignar al ruso de Yamaha, Sergei Kariakin, ganador en 2017, al chileno Ignacio Casale (Yamaha), Pablo Copetti (Yamaha), tercero en 2017, y al polaco Rafal Sonik (Yamaha) como los principales favoritos en cuatriciclos.
Y entre los camiones, los Kamaz querrán consolidar la hegemonía de Eduard Nikolaev, quien aparece nuevamente como el principal aspirante a la victoria. ■