Investigan los millonarios negocios entre el gremialista Santa María y un empresario
Sospechas de corrupción
Según la Unidad de Información Financiera, Andrés Stangalini y el jefe del sindicato de los porteros y presidente del PJ porteño, triangularon más de $ 70 millones, la mayor parte en el 2017. El fiscal Carlos Rívolo pidió a la AFIP una serie de informes sobre estos movimientos de dinero. También puso el fo- co en al menos tres operaciones inmobiliarias sospechosas, entre ellas la compra de una de las sedes actuales del gremio, en la avenida Jujuy.
Tal vez por olvidadizo, Víctor Santa María omitió mucha información cuando, meses atrás, en el programa Periodismo para Todos le consultaron por su vínculo con Andrés Leonardo Stangalini, el misterioso empresario que, bajo su conducción en el sindicato de porteros, se erigió en uno de los principales prestadores de servicios del gremio y que recientemente blanqueó más de 136 millo- nes de pesos. “Es uno más de los 300 proveedores que tiene el gremio”, dijo. La Justicia duda que sea así y, en el marco de la causa en la que lo investiga por presunto lavado de dinero y operaciones millonarias en Suiza, busca determinar cuál es el vínculo entre ambos.
La Unidad de Información Financiera, a través de tres informes que presentó ante el juez federal Claudio Bonadio, puso bajo la lupa las cifras millonarias que desde el sindicato y la federación de porteros, que con- duce Santa María, se giraron a empresas integradas por Stangalini "con fines ajenos a la actividad sindical". Más: sospecha que luego parte de esos fondos regresaron a firmas del Grupo Santa María. En la denuncia, presentada en julio, trabaja el fiscal Carlos Rívolo, que aguarda información clave que solicitó a la AFIP de Alberto Abad para definir cómo avanza. Pidió informes sobre los movimientos de dinero entre Stangalini y el sindicato de los porteros. También lo investiga por una cuenta en Suiza con US$ 6,5 millones.
Pero mucho antes de que se concretaran estas operaciones, Stangalini ya formaba parte del universo del sindicato de porteros. En 2007, Santa María comenzó a darle forma a su grupo de medios que tiene al diario Página 12 cómo su nave insignia. Y puso los ojos en la frecuencia AM 750, que licitaba el entonces gobierno K.
Buenos Contenidos SRL fue creada el 10 de mayo de 2007, siete días después de que se reactivara la adjudicación de la licencia. Uno de sus so- cios fundadores fue Stangalini, al igual que el histórico abogado de la Fundación Octubre de Trabajadores de Edificios, Santiago Roberto.
Pero Stangalini tomó relevancia mediática en septiembre de 2010, cuando distintos medios dieron cuenta de que había sido detenido junto a su hermano Huberto cuando intentó entrar una valija con 530 mil dólares aUruguay
Según las crónicas de ese entonces, habrían argumentado que se olvidaron de declarar el dinero y uno de ellos dijo ser "secretario de un diputado" del FPV. Fueron liberados y la causa en Uruguay no prosperó, pero en Argentina el abogado Ricardo Monner Sans presentó una denuncia para que se investigue si esos fondos estaban destinados al lavado de dinero del sindicato de porteros.
Pese a que ya en ese entonces Santa María había negado el vínculo, Stangalini siguió cerca del Suterh. Así lo asegura la UIF, que apunta que sólo entre febrero y agosto de 2017, desde el sindicato "giraron a la firma Construcciones Algol SA, propiedad de Stangalini, fondos por un total de $50.828.912”. Y precisa que, luego parte de esos fondos terminaron en cuentas de sociedades vinculadas de algún modo al grupo Santa María.
Al mismo tiempo, G1 S.A, una de las firmas que Stangalini -según la UIFcomparte con Damián Bila, otro empresario cercano al Suterh, recibió $24 millones, también de los porte-
ros. Parte de esos fondos fueron al Club Barracas y el 40% “fue retirado en efectivo, imposibilitando en esta instancia seguir la ruta del dinero”.
¿Por qué toman más trascendencia los $136.214.851 que, tal como contó ayer este diario, blanqueó -según la UIF- Stangalini en el último Sinceramiento Fiscal? Del mismo informe se desprende la respuesta: “La totalidad de la facturación declarada por Stangalini, referente a servicios de asesoramiento y por alquileres obtenidos' se encuentra relacionada a servicios brindados a empresas directa o indirectamente vinculadas al sindicato”, asegura. Además, cita operaciones inmobiliarias importantes.
Las más importantes son la compra de la actual sede de Avenida Jujuy 1738, de la Capital Federal, por la que el Suterh pagó en 2012 $ 5.340.000 a G1 SA; un edificio en Campana, transferido por A1 Sistemas (de Stangalini); y otro en Pergamino, cedido en 2014 por Algol a cambio de $12 millones. Además, la UIF marca que Servifarma24 SA, una firma que integró Stangalini y que resultó una de las principales proveedoras de medicamentos del sindicato, en 2016 "donó" $150.000 a la Fundación Octubre y en marzo pasado "transfirió el fondo de Comercio" de la "Farmacia Sarmiento 2057 CABA” a Osperyh, la obra social de los porteros. Clarín intentó comunicarse con el sindicalista, pero sus voceros dijeron que no iba a hacer declaraciones.