Lo conoció por Tinder y ahora teme que él la mate de “tres tiros”
“Me dice que me va a pegar tres tiros y que se va a matar. Que si no estoy con él no voy a estar con nadie. Necesito que me escuchen. Tengo dos hijas de 7 y 16 que también están en peligro. No quiero transformarme en una muerta más”, dice Erika Pérez Nielsen (39), que es gestora y vive en Capital. Está aterrada. Su ex, un hombre de 33 años al que conoció por Tinder (la red social para buscar pareja), la amenaza a diario pese al impedimento de contacto que le otorgó la Justicia. Dice que lo hace público para cuidarse y alertar a potenciales víctimas: “Quiero evitar que otras mujeres, que se pueden cruzar con él en Tinder, pasen por lo mismo”.
En julio de 2016, se pusieron corazón en la red de citas y empezaron a salir. “Conocí a su familia antes de presentarle a mis hijas. Parecían los Ingalls. Siempre veía los casos en la tele pero nunca me imaginé que me iba a pasar a mí”, se lamenta Erika. Cuenta que en diciembre se fueron a vivir juntos a la casa de ella pero que la convivencia duró pocos meses. “En marzo empezó con ataques de celos. No llegó a golpearme porque yo me escapé, pero se ponía violento y me agarraba muy fuerte de los brazos. Se iba enojado en su camioneta y volvía borracho y muy agresivo. Hasta que un día lo saqué de mi casa”, recuerda. Pero le dio otra oportunidad: “Me pedía perdón, me decía que no iba a volver a pasar y lo acepté de nuevo”.
La situación no sólo no mejoró con su regreso a la casa de Erika, sino que se puso peor. “Un día llegó a apoyarme un cuchillo en el cuello. Ahí lo volví a echar”, dice Erika, que denunció al hombre en junio. Y obtuvo, por parte del Juzgado Civil 77 un impedimento de contacto por tres meses.
Sin embargo, en septiembre decidió no renovar la medida cautelar. “Estaba más tranquilo y la familia de él me llamó para pedirme ayuda y contarme que estaba con tratamiento psiquiátrico, y que necesitaban que yo charlara con el especialista que lo atendía. Yo accedí”, detalla Erika.
Su ex no se calmó. Y en octubre “todo se potenció”, según Erika. “Empezó a dejarme mensajes en el contestador. En algunos lloraba y me decía que me amaba. En otros me amenazaba de muerte. También llegó a decir que iba a matar a mis hijas”, se angustia Erika. En diciembre logró una prórroga de la orden de impedimento aunque su ex sigue sin cumplirla. “Además de contactarse conmigo está molestando a mi mamá que tiene 79 años. Y hasta habla con mis amigos. El otro día me llamó un conocido para decirme que mi ex le escribió para que me avisara que me iba a matar. Solicité el botón antipánico pero no me lo dieron”, dice Erika.
Además, insiste con que busca advertir a otras mujeres: “Tiene antecedentes de violencia de género e internaciones psiquiátricas previas. Yo lo supe tarde, su familia me lo ocultó. Y estoy segura de que sigue en Tinder. No usa su verdadero nombre, sino un nickname y pone que trabaja en una concesionaria de autos”. ■