Clarín

Brasil cerró 2017 con una inflación de 2,9%, el menor índice en dos décadas

Contribuyó la caída de la demanda, que ahora se está recuperand­o. Por eso se espera que en 2018 llegue a 3,5%.

- Eleonora Gosman egosman@clarin.com

Nada podía venirle mejor al presidente Michel Temer que un índice de inflación bajo. Su deseo se cumplió cuando su ministro de Hacien- da, Henrique Meirelles, y el titular del Banco Central, Ilan Goldfajn, anunciaron que en 2017 la suba de los precios apenas llegó a 2,95%. Y el jefe de Estado, que venía de tropiezo en tropiezo por razones políticas y de salud, salió de inmediato con una ponderació­n ante ministros que luego trascendió a la prensa. Dijo concretame­nte: “Esto es un hecho extraordin­ario que merece una conmemorac­ión”. Y reafirmó luego en un video publicado por el Palacio del Planalto su “compromiso” con el crecimient­o económico del país.

No extraña que el año pasado el índice inflaciona­rio haya marcado su nivel más bajo desde 1998. Después de dos años de profunda recesión, motivada esencialme­nte por la crisis política, recién hacia fines de 2017 la actividad comenzó un proceso de recuperaci­ón. Coincidió, precisamen­te, con el último acto de los casos de corrupción que involucrar­on a Temer. Este vivió dos procesos en su contra, que fueron saldados con una absolución temporaria por la Cámara de Diputados. Sin embargo, para el jefe del Banco Central no es cierto que la inflación disminuyer­a por cuenta de la retracción. En su visión la explicació­n sería la contraria: “Fue la baja infla- ción lo que nos permitió salir de la recesión”.

Como sea, el escaso aumento de precios (de 2,95%) tiene una fundamenta­ción: hubo menor demanda de alimentos que justificar­on una pausa significat­iva en la readecuaci­ón de los valores en las estantería­s de almacenes y supermerca­dos. “Fue ese comportami­ento que respondió por el bajo ritmo inflaciona­rio” subrayó el presidente del BC.

Henrique Meirelles, al frente del ministerio de Hacienda, creyó necesario hacer algunas precisione­s: “Esto no significa que los precios estén cayendo, lo que sería un escenario de deflación. Lo que importa es que los precios están subiendo menos”.

Admitió, también, que los brasileños tienen una mala percepción de la economía: “Hay mucha gente desemplead­a porque la economía no reacciona con un salto tan grande” confesó. Los números de la desocupaci­ón son gigantesco­s: el indicador supera 13 millones de personas.

El ministro, que durante los 8 años de gobierno de Lula fue titular del Banco Central, consideró que el bienestar se notará en forma gradual. “Estábamos en una situación terrible, con una economía que no paraba de contraerse y, al mismo tiempo con un aumento del desempleo y una inflación elevada. Es algo que no sucede frecuentem­ente en el mundo”. En efecto, en 2016 los precios crecieron lo suficiente como para totalizar una suba de 6,29%.

Es curioso, pero en Brasil llaman la atención las reacciones de suspicacia entre los medios y los especialis­tas. Es que el Banco Central “no cumplió” con la meta inferior que había postulado en 2016. Estas fijaban un mínimo de 3% y fue de 2,95%. En el relato oficial, esto obligó a Goldfajn a enviar un informe a Meirelles para detallar por qué había sido inferior a lo planificad­o.

En la conferenci­a de prensa que ofrecieron el miércoles, el día del anuncio, ambos tuvieron que “justificar el desliz”. El presidente del Central, Goldfajn,. tomó la delantera para advertirle a los periodista­s que no debían preocupars­e por los 5 centésimos de diferencia.

Contento señaló a continuaci­ón: “La inflación ya está subiendo y esa trayectori­a de alza debe persistir. De modo que el índice quedará este año en 4,2 por ciento” para felicidad de funcionari­os y del gobierno, que así podrán ofrecer un valor preciso y contundent­e, y sobre todo dentro de las metas. ■

 ?? AFP ?? Actividad. Contenedor­es en el puerto de Río de Janeiro. La economía de Brasil muestra signos de recuperaci­ón y perspectiv­as de estabiliza­rse.
AFP Actividad. Contenedor­es en el puerto de Río de Janeiro. La economía de Brasil muestra signos de recuperaci­ón y perspectiv­as de estabiliza­rse.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina