Ecuador le dio la nacionalidad a Assange pero no logra que salga de Londres
Ecuador le concedió la nacionalidad al fundador del portal WikiLeaks, el australiano Julian Assange, después de que haya estado exiliado en su embajada en Londres desde 2012. Lo confirmó ayer la canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa. La intención era también darle jerarquía diplomática, pero la canciller añadió que el Reino Unido se negó a reconocerle al polémico periodista ese estatus que le permitiría dejar la embajada sin ser detenido.
Espinosa declaró que Assange, que ganó notoriedad por revelar información clasificada del gobierno norteamericano, entre otros, solicitó la nacionalidad ecuatoriana en setiembre pasado. La obtuvo en diciembre. “Lo que hace la naturalización es darle un anillo más de protección al aislado. El mandato que tenemos y la obligación internacional y nacional es cuidar y proteger la integridad de Assange y sus derechos humanos”, aclaró la ministra.
Assange se encuentra asilado en la embajada ecuatoriana en Londres desde 2012, con permiso del entonces presidente, Rafael Correa, después de que un Tribunal Superior británico aprobó su extradición a Suecia, cuya fiscalía lo había denunciado por presunto acoso sexual dos años antes. La acusación, que en mayo pasado fue archivada por ser imposible su investigación, se produjo en sintonía con una gran filtración que realizó Wikileaks con información muy comprometedora sobre la guerra entre EE.UU e Irak. El sitio publicó 319 mil documentos que revelan que Washington habría permitido torturas sistemáticas en la contienda. También había logrado filtrar informaciones vinculada a la guerra de Afganistán que se inició en 2001 contra el régimen Taliban, con una base de 91 mil documentos secretos.
Ahora que Assange es ecuatoriano, la canciller de Quito pidió al mi- nisterio de Exteriores británico que considere acreditar al periodista como “agente diplomático en la misión de Ecuador en el Reino Unido”. Un día después, la petición fue negada, con lo cual se cayó la posibilidad de abandonar suelo británico.
Sin embargo, el periodista de 46 años ya no corre riesgo de ser encarcelado o extraditado a Suecia por el supuesto delito de acoso que él niega. Su temor de abandonar la embajada radica en que cree que lo deportarían a los Estados Unidos a ser juzgado por las filtraciones que realizó WikiLeaks La canciller Espinosa aclaró que “cualquier movimiento del asilado fuera de la Embajada se debe acordar previamente con el Reino Unido, algo que están analizando”. ■