Giro oficialista: ahora piensan habilitar las PASO para gobernador
La estrategia será para distritos sin liderazgos definidos. En 2017, el Presidente sugirió derogar las Primarias.
A pesar del triunfo en las elecciones legislativas del año pasado, el Gobierno cambia sus reglas para pelear las gobernaciones en 2019; todo sea para satisfacer el sueño de Mauricio Macri de contar con una liga de gobernadores propios y fortalecer sus aspiraciones de reeleción. Para empujar esas ambiciones, las espadas políticas de Cambiemos autorizarán primarias en los distritos donde no haya un liderazgo definido. La decisión representa un cambio de 180 grados en relación al criterio adoptado en febrero de 2017, cuando la mesa chica del oficialismo definió que no habría internas en los distritos más populosos. El ejemplo más claro que exponen cerca de Rogelio Frigerio para fundamentar el cambio de lógica es el de Tucumán. Allí, Mauricio Macri y Marcos Peña ungieron al ex titular del Plan Belgrano José Cano en detrimento del secretario de Vivienda Domingo Amaya, al que auspiciaba el ministro del Interior. El resultado fue la pa- liza contundente que el peronismo le propinó al candidato de Cambiemos. Los desairados no aunaron esfuerzos para la campaña de Cano y los resultados estuvieron a la vista. Ahora, en ese distrito habrá un nuevo convidado: Alfonso Prat Gay. El ex ministro de Hacienda -con infancia en la provincia- pretende ser el candidato del oficialismo nacional. En vez de un dedazo, necesitará imponerse en las internas.Las PASO ofrecerán además reglas claras a los potenciales nuevos socios de Cambiemos. Será el agua que llenará la pileta para los dirigentes del peronismo y otras fuerzas que se atrevan a saltar a Cambiemos. De ese modo, por ejemplo, podría dirimirse la candidatura a gobernador en La Rioja, en la que el flamante senador por la mayoría Julio Martínez y candidato natural tendrá del macrismo, deberá dirimir sus aspiraciones con el intendente de la capital provincial Alberto Paredes Urquiza, que en las Legislativas ya jugó con el Gobierno y no oculta su voluntad de suceder a Sergio Casas.
Las internas buscan allanar el camino a otros peronistas de buen diálogo con el Gobierno y que hoy tienen más votos que los referentes locales, como el catamarqueño Raúl Jailil. Con esa perspectiva, por ahora el Gobierno archivará su deseo de derogar las PASO, como el propio Presidente había sugerido en 2017, cuando pocas fuerzas se animaron a hacer internas en distritos populosos. “Me da mucha bronca, vivo trabajando para ahorrar y dilapidar 2.500 millones de pesos en una elección que sólo se hace en Argentina, que se ha demostrado que es inútil, es otra falta de respeto”, llegó a decir Macri. Luego, varios de sus funcionarios tuvieron que relativizar sus palabras para pedir por favor a la ciudadanía que -ante el peligro de una derrota- fuera a votar.
Si bien los gobernadores de Cambiemos seguirán administrando la estrategia en sus distritos, la nueva regla de las PASO también interpela a algunos de ellos. Horacio Rodríguez Larreta -a quien más allá de las tensiones subterráneas- con el Presidente nadie se atreve a cuestionarle su autoridad en la Ciudad, podría abrir las PASO a Martín Lousteau. Es un paso indispensable para normalizar Cambiemos en la Ciudad.
Al deseo presidencial de una liga de gobernadores propios a partir de 2019, algunos se atreven a ponerle un número. “Sumar 7 a los 5 que ya tenemos sería excelente”, evalúan -calculadora en mano- en el ala política del Gobierno. La caída de por lo menos 10 puntos de aprobación en la imagen del Presidente no hizo retroceder los planes reelecionistas y expansivos del Ejecutivo. Aunque le gustaría, Macri no imagina un país pintado con los colores de Cambiemos. Se conformaría con gobernadores que estén en su línea de pensamiento. ■