El régimen iraní copó las calles para mostrar el respaldo a la revolución
El régimen iraní logró ayer que sus seguidores tomaran las calles del país para mostrar su respaldo a la República Islámica y contrarrestar así la incertidumbre creada por los recientes llamados a protestas antigubernamentales. Sólo en Teherán, cientos de miles de personas abarrotaron la emblemática plaza Azadi (Libertad) y las avenidas de los alrededores para conmemorar el 39 aniversario del triunfo de la Revolución Islá- mica, que en 1979 derrocó al shá Mohamad Reza Pahleví e instauró en Irán un régimen teocrático.
Los participantes de estas marchas oficiales portaron banderas nacionales y fotografías del imán Jomeini, fundador de la República Islámica, y del líder supremo iraní, Ali Jamenei, quien había instado a una gran movilización en esta fecha. En los lemas y las pancartas predominaron los míticos “muerte a América y muerte a Israel”, junto con frases como “sólo he venido por el amor a mi líder” e “independencia, libertad, República Islámica”. También hubo gritos contra los “sedicionistas”, como denominan las autoridades y sus partidarios a la oposición al sistema.
En medio de este ambiente enardecido, el presidente iraní, Hasan Rohani, pidió a la población y a los partidos políticos “unidad” para defraudar a los “enemigos” que siembran discordia en la nación iraní. “El próximo año debe ser el año de la madurez de esta revolución y de la unidad nacional”, dijo el presidente, quien subra- yó que las elecciones presidenciales del pasado mayo fueron una demostración del “amor al sistema” del pueblo iraní.
La conmemoración de la efeméride este año coincide con llamamientos en las redes sociales a manifestarse contra el régimen, siguiendo la línea de las protestas registradas a finales de diciembre y principios de enero en el país. Esas protestas, que se saldaron con 25 muertos y un millar de detenidos, comenzaron denunciando los problemas económicos que sufre el país pero pronto derivaron en críticas contra el propio sistema de la República Islámica.
Aludiendo a estas protestas, Rohani insistió en su alocución de ayer en denunciar la injerencia de EE.UU. en este movimiento. “Los estadounidenses querían intervenir en los asuntos internos de nuestro país, pero nues- tro pueblo anuló la conspiración con unidad y resistencia”, aseveró.
EE.UU. fue, como es habitual en esta y otras efemérides, la diana de las críticas, tanto por su apoyo a las citadas protestas antigubernamentales como por sus amenazas de romper el acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Irán y seis grandes potencias.
El clérigo Hoyatola Zaker, sentenció que “mercenarios de la arrogancia (refiriéndose a EE.UU.) financiados por Arabia Saudita están animando a la gente a protestas callejeras y disturbios”.
Las autoridades iraníes han tratado de mostrar la fuerza del sistema y su disposición a afrontar cualquier tipo de amenaza. Durante una de las marchas, el ministro de Inteligencia, Mahmud Alavi, aseguró que “los sueños de los enemigos contra la Revolución jamás se harán realidad”. ■