Clarín

Los fanáticos del gimnasio no se toman vacaciones y llevan sus rutinas a la playa

Casi el 30% de los balnearios de Mar del Plata ofrece espacios para entrenar a metros del mar. En algunos casos, la cantidad de visitantes que los usa se duplicó respecto del año pasado.

- Julieta Roffo jroffo@clarin.com

Del lado de afuera del vidrio, se escuchan los gritos del vendedor de churros, las cuchillas de la licuadora que rompen el hielo, la pinza metálica que golpea contra el tacho de agua hirviendo en el que flotan choclos. Pero acá, de este lado del vidrio, en un salón fresco y con vista al mar, esos ruidos tentadores suenan muy bajito: se impone la voz de algún entrenador que indica cuántos minutos de cinta aeróbica, cuántas series de abdominale­s o cuánto pedalear a máxima velocidad. El gimnasio adentro del balneario es cada vez más visitados por turistas y marplatens­es que no se olvidan de la rutina de ejercicio físico ni siquiera de vacaciones.

“Hay dos tipos de usuarios del gimnasio de balneario: está el que tiene su rutina durante todo el año y quiere sostenerla, y está el que quiere pagar la culpa de la hamburgues­a, las dos cervezas o los churros del día anterior. Para ambos hay trabajo para hacer”, dice Rodrigo Martínez, a cargo del gimnasio del balneario Honu Beach, en el sur marplatens­e.

A su alrededor, cuatro adolescent­es - dos juegan al rugby, dos al handball- cumplen con la rutina que les indicaron en Buenos Aires sus en- trenadores, un marplatens­e ejercita para que se le agranden los pectorales y un cuarentón transpira mientras trota sobre la cinta.

Hoy, según datos de la Cámara de Empresario­s de Balnearios, Restoranes y Afines, casi el 30% de los balnearios ya tiene un gimnasio.

“Año a año crece la cantidad de gente que se acerca a los gimnasios durante las vacaciones: es gente que ya incorporó el ejercicio a su vida y sabe que si para por varias semanas, después es muy difícil remontar eso”, dice Martínez. Quien paga 1.200 pesos por una carpa diaria tiene acceso a ese gimnasio y a una pileta.

En Playa Grande también hay gimnasios. Hay balnearios en los que el gimnasio y la pileta cubierta se reserva a quienes pagan por un espacio de sombra mensual, y la pileta descubiert­a está disponible para quienes pagan 1.500 pesos por una carpa por día. “Entre el año pasado y este se duplicó la cantidad de gente que hace actividad física en el balneario, y ya venía creciendo en los últimos años”, dice Tamara Goransky, encargada del área deportiva de los balnearios La Reina y Mar del Plata Club. “Muchas mujeres aprovechan sobre todo el rato que sus hijos están en el área de recreación para cumplir con la rutina física que ya traen durante el año: hoy por hoy crece la cantidad de gente que cuida su salud y lo hace también en vacaciones”, agrega.

“En el rugby se juega mucho lo físico, tener un cuerpo grande. Y por eso los entrenador­es te instan a ir al gimnasio: yo vengo todos los días, no

De las 2.000 personas que paran por día en el balneario 12 de Mogotes, 500 usan el gimnasio.

me importa si estoy de vacaciones. Buscamos con la familia un balneario que tenga un lugar donde cada uno pueda hacer su rutina”, cuenta Joaquín García Conejero, de 15 años y jugador de San Cirano. “No entreno sólo por el deporte, sino porque me hace bien para despejar la cabeza”.

María Cayetano, de Córdoba, entrena una vez por día en el balneario: “Alquilamos carpa cerca del departamen­to, así que salvo que diluvie, entreno todos los días. Incluso cuando está feo para la playa. Me traje la rutina que hago en mi gimnasio porque no me banco interrumpi­rla. Ya me acostumbré”, afirma.

En Punta Mogotes también hay espacios para entrenar: “Vienen dos tipos de públicos: el que no quiere abandonar su rutina anual y el que quiere aprovechar todo lo que pagó y pretende subirse a una bici de spinning en ojotas”, cuenta Augusto Di Giovanni, gerente del balneario 12. Según estima, un día que visitan el complejo unas 2.000 personas pasan por el gimnasio alrededor de 500. “Esa proporción va en incremento porque el que se cuida, se cuida cada vez más. Por eso se ven cada vez más gimnasios en los balnearios: hay que atender a ese público”, sostiene. ■

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FOTOS: FABIÁN GASTIARENA Ventanal al mar. El balneario Honu Beach, al sur de Mar del Plata, tiene un gimnasio con vista a la playa. El acceso está incluido con el alquiler diario de la carpa.

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