El cadete riojano murió a raíz de un cuadro de deshidratación aguda
Esto, sumado a una insuficiencia renal, le causó una falla multiorgánica. Ayer inhumaron sus restos.
Emanuel Garay (18) murió tras agonizar cinco días luego de un entrenamiento extremo para ingresar a la Escuela de Policía de La Rioja. La autopsia determinó que el cadete sufrió un cuadro de “deshidratación aguda grave e insuficiencia renal” que le provocó una “falla multiorgánica”, según informaron fuentes judiciales.
Ahora, los médicos forenses José Luis Díaz Brizuela y Aníbal Magno aguardan los resultados de los estudios patológicos, que demorarán unos días más, para luego armar el informe completo sobre las causas de la muerte del cadete.
Tras la autopsia, los restos del cadete fueron trasladados a la localidad de Portezuelo, ubicada unos 170 kilómetros al sur de la capital de La Rioja, en el Departamento General Juan Facundo Quiroga, adonde ayer a última hora de la tarde se realizó la ceremonia de inhumación en medio del profundo pesar de su familia.
Fue en su primer día en la academia de Policía riojana que Garay se descompensó al igual que parte de su grupo de cadetes: habían sido sometidos a casi 12 horas de malos tratos. Todos fueron internados, pero Emanuel agonizó seis días.
El abogado de la familia de la víctima, José Azcurra, que responsabilizó al Estado provincial por lo ocurrido, aseguró que las víctimas fueron 17 y no 12, como se informó oficialmente.
Por la muerte de Garay, cuatro comisarios y cuatro policías e instructores de la academia terminaron presos, acusados de “homicidio doloso” por orden del juez Mario Martínez.
El Gobierno riojano también anun- ció la remoción del jefe de Policía, Luis Páez, y del secretario de Seguridad, Luis Angulo.
En ese marco, el obispo diocesano de La Rioja, Marcelo Colombo, difundió ayer un comunicado: “Queremos expresar nuestra cercanía y solidaridad con la familia del cadete Emanuel Garay en este momento doloroso de su muerte prematura. El valor de la vida, de cada vida, de todas las vidas, nos llama a luchar sin descanso por e- llas. Ningún mecanismo institucional puede arriesgar el mayor don que nos ha sido dado”. Y agregó: “Creemos que el amor, la Justicia y la paz son prioritarios en una sociedad que debe evitar subordinarlos a toda forma de violencia y errónea comprensión de la seguridad.”
“Los tuvieron a los chicos sin agua durante cuatro horas. Mi hijo se entrenó durante tres meses para ingresar a la escuela y no tenía ningún vi- cio, es un chico sano, lo reventaron”, se lamentó Roque Garay, el papá de Emanuel, sobre lo ocurrido durante el primer día de entrenamiento en la Escuela de Policía.
Según denunciaron otros cadetes, cuando el joven cayó al piso lo dejaron tirado durante media hora. Nadie se acercó a brindarle primeros auxilios. “Posiblemente lo hubieran salvado”, sostuvo el hermano de la víctima, Adrián Garay. ■