Con algo de miedo
Tercera en una saga indescifrable, no pasó por los cines y se estrenó directamente por streaming.
The Cloverfield Paradox
Horror/Ciencia ficción. EE.UU., 2018. 102’, SAM 16. De: Julius Onah. Con: Gugu Mbatha-Raw, David Oyelowo, Daniel Brühl. Disponible en Netflix.
Los críticos tenemos fama, bien o mal ganada, de malos. Pero así como en los Estados Unidos están ensalzando a la película Pantera Negra como si fuera la obra máxima del cine de acción en cuanto al universo del cómic, le vienen pegando parejo a The Cloverfield Paradox.
Y eso que, en tiempos de corrección política, tiene a actores negros en el elenco.
Es la tercera de una saga que no sabremos cuándo ni cómo continuará, ya que uno de los aspectos más marketineros de la creación de J.J. Abrams ( Lost, director de Star Wars: El despertar de la Fuerza) es precisamente jugar con la intriga, esconder tramas, difundir trailers un tanto crípticos.
En un futuro no muy lejano -o sí- en la Tierra casi que no hay energía, con lo cual las guerras se han desatado. En la estación que orbita en el espacio, tienen que lograr que un dispositivo arranque para generar tanta energía como para que la vida no se apague en la Tierra.
Allí arriba, casi como en Alien, el octavo pasajero -con la que tiene más de un punto de contactohay astronautas o como quieran definirlos de distintas nacionalidades, todos más o menos jóvenes, algunos han trabado alianzas des- pués de estar meses y meses orbitando, y hasta hay una pareja formada.
También están quiénes se odian. Pasa en todos lados, no tenía por qué no pasar a miles de kilómetros de aquí.
Como marca distintiva de Abrams, y sin desear spoilear mucho, hay un mundo o una realidad paralela que entrará a jugar cuando ya no queden muchas esperanzas para que el asunto arranque -el dispositivo, no ya el filme-, la comunicación con la Tierra o lo que quede de ella se corte y aparezca un personaje detrás de una pared con cables que le cruzan por dentro su cuerpo. Hasta aquí llegamos.
The Cloverfield Paradox combina suspenso, algo de terror y humor. No, no está a la altura de sus predecesoras, eso es cierto. Pero también lo es que no es una bazofia, y si Paramount Pictures decidió no estrenarla en los cines y que se pase directamente por streaming, habrán tenido sus motivos. O sea. ■