La reina madre de la Vendimia
MARÍA JOSÉ DI MARCO
Por primera vez en esa celebración se eligió a una mamá como soberana.
Mendoza tiene su “reina madre”. María José Di Marco (22), es mamá de una nena de dos años y rompió con una tradición que imponía que las candidatas a la Fiesta de la Vendimia no podían tener hijos ni ser casadas.
“Siempre soñé con participar de esta fiesta pero, por cuestiones de la vida, lo fui postergando y ahora me animé”, dice la joven estudiante de Diseño, desde su casa, en medio de una finca, en Tupungato, una próspera zona de viñedos y frutales en el Valle de Uco mendocino. “No tengo ningún rollo con ser madre”, admite. Y pregona: “Si uno es organizado y tiene la ayuda de la familia, puede. Los sueños hay que tratar de cumplirlos”.
Su particular coronación generó repercusión nacional porque, en plena tendencia de abandonar los concursos de belleza en las fiestas populares argentinas, la Vendimia se resiste a dejar sin vigencia la elección de una joven que represente a la provincia en distintas giras turísticas y comerciales.
En la provincia del vino, la ganadora lleva corona, capa y es tratada por - unos pocos días, mientras dura la fiesta- como una verdadera reina. Camina con su cortejo, recibe regalos y el público la vitorea. Pero las críticas, incluso de algunas mujeres que ocuparon ese lugar y que admiten que la mujer es vista como un "objeto", han obligado a modificar el reglamento hace tres años. Ahora, por primera vez en 72 años de la Fiesta de la Vendimia, una joven mamá fue electa reina y competirá el 3 de marzo por el cetro nacional.
María José es la reina de Tupungato y, también, es la mamá de Emma (2). El sábado por la noche, la pequeña estuvo en brazos de sus familiares participando en la fiesta del municipio. Siguió desde la tribuna a su mamá, que compartía escenario con las otras candidatas, y justó antes de la coronación, se quedó dormida. El mensaje de su mamá tal vez lo comprenderá cuando crezca: “Todas las mujeres podemos cumplir el rol de ser madres y no abandonar nuestras metas”.
Para la prensa local fue una “histórica elección”, porque por primera vez una madre puede ocupar el lugar de reina. El reglamento se modificó por ley provincial en 2014, pero se aplicó desde hace dos años. Se buscó dar “aire” de modernidad a la elección de las candidatas vendimiales. Desde entonces no se impuso una edad ni estatura límite, basta acreditar identidad femenina y está permitido casarse y tener hijos.
En las próximas dos semanas, cuando deba separarse de su hija y compartir hotel con el resto de las postulantes, la reina mamá podrá recibir la visita de Emma todas las veces que la pequeña quiera, según dispuso la organización del concurso.
En su elección, María José, rubia y de ojos celestes, ganó por goleada. Cosechó 60 votos contra 29, que obtuvo la segunda. Representó al Cordón del Plata, localidad de cumbres nevadas. “y se definió como una chica “sensible, transparente y que odia las injusticias”. Está terminando la carrera de Diseño Gráfico en un terciario de Tupungato y quiere iniciar un emprendimiento para vincular el diseño con la organización de eventos.
La reina lleva nueve años de novia y conviviendo con Emiliano (26). Entiende que la Vendimia es una oportunidad laboral: “Creo que voy a poder cumplir. Hay que hacer un gran esfuerzo y no es nada fácil dejar a un hijo. Esto es un trabajo". Y a quienes aún resisten los cambios, les dice: “La sociedad es muy conservadora y tiene todavía la idealización de una reina perfecta. Pero está bueno innovar”.
En su comuna, María José ya había sido elegida reina de los Estudiantes (2012) y un año después, fue votada como virreina provincial de los Estudiantes (2013). A pesar de su fascinación con los concursos de belleza, se suma a los que piden no estigmatizar a la mujer por su aspecto físico. “Considero que hay que adaptarse a los cambios, hay que ir más allá de la belleza exterior de la mujer”, dice. Y afirma que la próxima reina de la Vendimia, que saldrá de un grupo de 18 participantes, tiene que estar capacitada, “saber del trabajo y del esfuerzo" que otras hacen en el cultivo de la tierra. ■
Todas las mujeres podemos cumplir el rol de ser madres y no abandonar nuestras metas.” María José Di Marco